nueva york - ¿A quién le apetece levantarse en pleno invierno, tomar el petate e irse de fiesta de 7 a 9 de la mañana antes de entrar en la oficina? Cómo no, a los neoyorquinos, que llenan hasta la bandera las fiestas matutinas Daybreaker, el último grito en ocio y baile en la Gran Manzana. Sin una gota de alcohol, con un buen DJ como Álex Cruz, el apoyo de una banda en directo y la opción de dar todavía más temprano (de 6 a 7) una clase de yoga, los emprendedores Matthew Brimer y Radha Agraval han diseñado con Daybreaker la que es para ellos “la mejor mañana posible”, declaran. En lo que va de año ya hSan montado dos fiestas que han convocado a más de 400 personas en distintos locales de la ciudad. “Estábamos un poco frustrados con la noche neoyorquina tradicional y por eso decidimos crear una noche diferente”, asegura Brimer. Y así, la idea de Daybreaker “surgió casi como un proyecto artístico o un experimento sociológico” de dos personas que, como los demás, también tienen sus trabajos cuando se acaba la fiesta. Este experimento ha salido bien y ha encontrado un nicho de ocio hasta ahora inexplorado con eco en varias ciudades del país. “Hoy vamos a ser mucho más productivas”, dice Carrie, que trabaja en una inmobiliaria, junto con su amiga Emily, experta financiera, que considera que esta propuesta es “una idea brillante”. Ambas descubrieron estas fiestas en la red social Instagram y, para ellas, esto es solo “el punto de partida” de un día que también acabará en una discoteca.