Exdiputada de Unidas Podemos en el Congreso acogida ahora al Grupo mixto: Supongo que nunca es demasiado tarde para quitarse la venda de los ojos, pero anda que no le ha costado darse cuenta de lo que se cocía delante de sus narices. Es ahora cuando dice haber percibido la “deriva orgánica” de la dirección de su partido que “ha acabado despojando a Podemos de su fin inicial como herramienta de cambio y participación democrática”. Verbalizarlo le ha costado el consabido baldón de traidora a la causa y, en palabras (entre otras) de Irene Montero y de la niña de papá antiguo fascista Lilith Vestrynge, tránsfuga y defraudadora de la voluntad popular por no devolver su acta. Así se escribe la historieta del asalto de los cielos.