Atribulado alcalde de Madrid y primo del (presunto) facilitador de pelotazos Carlos Martínez-Almeida: Va usted cuesta abajo en la rodada hacia el nada envidiable destino del cazador cazado. Tanto empeño que puso en poner al fontanero torpón Carromero a espiar los pufos de su irreconciliable enemiga Isabel Díaz Ayuso, y resulta que todo apunta a que tenía peores marrones en su propia familia. El pastizal del hermano de la lideresa queda en calderilla al lado de las comisiones de seis millones de euros que pillaron dos vivales traficantes de mascarillas gracias a un contrato con el Ayuntamiento que usted rige mediado por su pariente carnal. Un juez ya está investigando la querella contra los dos arrampladores. Le salpicará.