Establecer nuevos diálogos entre el arte de todas las épocas es uno de los objetivos del Museo de Navarra desde que puso en marcha el proyecto Todo el arte es contemporáneo, tratado de que el arte mas reciente se mezcle con el más antiguo estableciendo nuevos diálogos y encuentros que faciliten caminos diversos para entrar en el mundo del arte. En este contexto se enmarca la exposición Otras liturgias que desde ayer y hasta el próximo 25 de febrero de 2024 se puede ver en la pinacoteca navarra. Un singular proyecto comisariado por Susana Blas que en este caso aúna arte contemporáneo con bienes procedentes del Museo Etnológico de Navarra Julio Caro Baroja, los Fondos de Arqueología del Gobierno de Navarra y el Museo de Navarra. El proyecto pone en valor la continuada conexión histórica del arte experimental y de las vanguardias con la espiritualidad.

El diálogo entre los y las artistas actuales con el patrimonio cultural navarro se produce tras indagar en esas colecciones patrimoniales navarras para elegir una serie de piezas antiguas que entroncan con el trabajo de estos creadores para tratar de “visibilizar cómo el arte del siglo XXI sigue practicando, aunque a través de otras prácticas, ritos ancestrales para los que en el pasado se empleaban talismanes, amuletos, reliquias, objetos votivos o exvotos, por ejemplo”, añadió. La consejera de Cultura Rebeca Esnaola explicó que la exposición “pone en valor la continuada conexión histórica del arte experimental y de las vanguardias con la espiritualidad”.

El resultado final de este original proyecto que expresa en treinta y cinco instalaciones-diálogo, distribuidas por todo el museo (desde la planta baja hasta la tercera planta), que combinan obras contemporáneas con piezas históricas, creando unos diálogos entre conceptos como el arte, los rituales, la curación y la espiritualidad. La finalidad de estas conversaciones entre obras del siglo XXI y vestigios de diferentes épocas pasadas, es “la construcción de valores inesperados, que nos aporten conocimiento, belleza, curación y reflexión”, precisó consejera.

Artistas participantes en Otras Liturgias se dan cita artistas de distintas generaciones, formaciones y procedencia como María Bueno, Breza Cecchini, Clara Durán, E1000, Juan Fernández Álava, Bárbara G. F. Muriel, Javier Garcerá, Helena González Sáez, Abigail Lazkoz, Lolo & Sosaku, Vicky Méndiz, Mara Ona, Felipe Ortega Regalado, Sixe Paredes, Reme Remedios, Mabi Revuelta, Mapi Rivera, Consuegra Romero, Mery Sales, Marta Serna, Marina Vargas, Concha Vidal y Víctor Zuazola. Además, hay que añadir a doce artistas de la comunidad foral: Greta Alfaro, José Antonio Bergara Beúnza, Nerea de Diego, Txaro Fontalba, Elena Goñi, Amaia Gracia Azqueta, Mireya Martín Larumbe, Elba Martínez, Amaia Molinet, Angela Moreno, Txuspo Poyo e Iker Serrano Robles. En total, 35 diferentes mundos creativos guiados por la comisaria.

Temáticas

Las temáticas exploradas de forma recurrente en las obras de la exposición se concretan en seis ámbitos principales: Naturaleza y senda espiritual, Rituales ancestrales, Tealogía y magia femenina, Dibujo canalizado, De la sanación y Finitud y tránsito. siendo frecuente que una misma instalación participe de más de un ámbito. En realidad, la visita se ofrece al público como un itinerario abierto a infinitas correspondencias poéticas entre las piezas.

Las piezas históricas con las que dialogan todas estas obras proceden del Museo de Navarra, del Museo Etnológico de Navarra Julio Caro Baroja (18 piezas) y de los Fondos de Arqueología del Gobierno de Navarra (2 piezas). Por lo que se refiere al Museo de Navarra, según indicaron en una nota informativa, en unos casos las obras contemporáneas se insertan en la exposición permanente junto con las piezas históricas en su emplazamiento habitual; en otros casos, las obras se han cambiado de ubicación o se han trasladado desde los almacenes a las salas. Lo que provoca sin duda una visita nueva al Museo para quien se acerque a ver la muestra.

El proyecto museográfico ha sido realizado por la arquitecta navarra Ana García Díez que ha ideado “un montaje expositivo armonioso con las solemnes salas del Museo, que favorece la presencia de las piezas, y su potencial para generar energías entre ellas. Va acompañado de un sistema de tótems que ofrece la información relativa a cada instalación y señaliza en sala los diferentes ámbitos”.