Las salas de los Golem Baiona han gozado de una escena que no habitúa a verse últimamente en los cines: dos llenos. Robot Dreams y Bajo terapia, ambas películas de producción navarra, volvieron a cartelera dentro de la campaña Navarra Film Industry, Cuidamos nuestro cine / Gure zinemaren zaindari, un proyecto con el que las distintas instituciones pretenden acompañar y visibilizar a seis películas navarras nominadas a los 38ª edición de los Premios Goya.

Ambas películas se han podido beneficiar del incentivo fiscal habilitado por el Gobierno de Navarra para favorecer la producción propia en el territorio. Además de esto, Robot Dreams llevó aparejado el montaje de un estudio en Pamplona que acogió a sesenta profesionales entre diseñadores, animadores y personal de producción. Por otro lado, Bajo terapia contó con la ayuda de Generazinema Producción.

Las otras cuatro cintas que también se relacionan con la Comunidad Foral y que probarán suerte en esta nueva edición de los Goya (que tendrá lugar el próximo 10 de febrero) son Las chicas están bien, de la tafallesa Itsaso Arana; Una vida no tan simple, del pamplonés Félix Viscarret; La ermita, película de Carlota Pereda rodada en Navarra y Hannah y los monstruos, de Lorena Ares. Asimismo, Michel Gaztambide también opta al premio de Mejor guion por Cerrar los ojos, película de Víctor Erice.

Miguel Iturralde, jefe de producción, y Paula Olaz, autora de la banda sonora de 'Bajo terapia' Javier Bergasa

Además de la sesión de cine doble, los equipos de producción de Bajo terapia y Robot Dreams posaron en un photocall acompañados por los representantes de las entidades que conforman Navarra Film Industry, Ignacio Apezteguia, director general de Cultura, y Rebeca Esnaola, consejera de Cultura del Gobierno de Navarra.

El objetivo de esta campaña es acercar, de nuevo, al público las historias que se cuentan en estas películas para “ponerlas en valor y acompañarlas en la carrera por la estatuilla de los Goya”, ha declarado Esnaola. De hecho, las cintas se encuentran en un punto álgido de popularidad, ya que a pesar de que hayan pasado varias semanas desde sus estrenos, el interés del público se mantiene intacto. 

Desde los equipos de producción, agradecen la buena acogida: “Sorprende entrar en una sala de cine y ver a 300 personas; en especial porque lo audiovisual gusta mucho, pero ahora la gente apuesta más por verlo en casa a través de una plataforma. Y nosotros planteamos las películas para la gran pantalla”, ha confesado Pablo Berger, director de Robot Dreams.

Por otro lado, Miguel Iturralde, jefe de producción de Bajo terapia, película de Gerardo Herrero, también ha festejado la nominación de Juan Carlos Vellido a Mejor actor de reparto: “Todo el equipo está muy orgullosos de él y de lo mucho que ha gustado la película. Se trata de un pequeño reconocimiento para todos los que hemos formado parte de este proyecto”.

Como cada año en estas fechas, el cine vuelve a demostrar su encanto y desata pasiones entre los espectadores. Solo que en esta ocasión Navarra probará suerte y esperará traer para casa alguna de las estatuillas de los Goya.