El Grupo navarro Apex, primera empresa de capital español en el mercado de snacks salados, ha comprado la empresa familiar Patatas Fritas Santo Reino, ubicada en Jaén. Esta operación eleva a ocho las fábricas que tiene esta compañía, que factura 135 millones de euros.

La nueva planta, con 27 empleados, fabrica y distribuye patatas fritas, snacks salados y frutos secos con su marca Santo Reino, muy asentada en la región. Esta adquisición, con la que Apex desembarca en Andalucía con un centro de trabajo, continúa la línea de crecimiento exponencial de la compañía, aumenta su capacidad de producción, aprovecha las oportunidades del mercado, mejora la cobertura en todo el territorio nacional y facilita que el producto llegue más fresco a los consumidores.

"Duplicar las cifras cada cuatro años"

La familia Gutiérrez ha impulsado el negocio de Patatas Fritas Santo Reino, y ahora se incluye al grupo dirigido por Santiago Sala. “Esta incorporación permite fortalecer la posición de Grupo Apex en el mercado y aumentar nuestra capacidad para continuar con la estrategia de crecimiento. Nuestro objetivo sigue siendo duplicar todas nuestras cifras cada cuatro años liderando el crecimiento y la generación de valor del sector. Seguiremos atentos al mercado para sumar al grupo marcas o negocios que nos permitan crecer y que generen sinergias comerciales, productivas, logísticas o de negocio”, comenta su CEO, Santiago Sala.

El Grupo Apex se dedica a la fabricación y comercialización de snacks, frutos secos y patatas fritas. Emplea a 546 personas, de las que 150 se encuentran en Ribaforada, y comercializa los sellos Aspitos, Aspil, Jumpers, Popitas, Marinas, Vicente Vidal, pipas Arias, MIKSO o Puntazos, entre otros.

De esta forma, el Grupo mantiene su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible para mejorar el proceso de producción de inicio a fin.