Mikel Irujo, consejero de Industria del Gobierno de Navarra, confía en que la la Unión Europea cambie su política comercial frente a China y la adapte a la nueva realidad mundial. Se trata, a su juicio, del camino adecuado para proteger a distintos sectores industriales, entre ellos el eólico, amenazados hoy por la competitividad exportadora del país asiático.

"Se trata de asumir la nueva realidad de cada continente. Los acuerdos con China se hicieron cuando Europa era una gran potencia y China no tanto", explica Irujo, quien considera que el borrador de ayudas al sector eólico presentado esta semana apunta ya en esa dirección. Y recuerda que Estados Unidos ya ha impuesto aranceles de hasta el 30% a los componentes eólicos procedentes de China". Irujo advierte en cualquier caso de que las políticas comerciales son recíprocas y recuerda lo que sucede en automoción, con los CEO de diferentes grupos automovilísticos, desde BMW a Volkswagen, defendiendo la,importancia del mercado chino para sus cuentas de resultados,

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El programa de ayudas en el que trabaja la Comisión Europea, y que será analizado estas semanas por empresas como Siemens Energy, parte de una premisa ya anunciada la presidente Von der Leyen. "Habló ya en septiembre de la importancia de defender una soberanía energética Made in Europe y creo que refleja que la Unión Europea tiene conciencia de que el energético es un sector estratégico. No disponer de él puede tener consecuencias dramáticas", explica Irujo, quien considera que no puede repetirse lo vivido hace más de una década con el sector fotovoltaico. "Se desarrolló en Europa y se fue todo a China, aquí ya no se fabrica nada".

El borrador incluye asimismo una reforma del sistema de subastas, que premia a la tecnología más barata, "pero debe lograrse que esta generación sea sostenible industrialmente" y, por supuesto, un apoyo económico que, al margen del incremento de los fondos para innovación (de 700 a 1.400 millones de euros) prorroga los mecanismo de exención, de tal manera "que se pueda apoyar fiscalmente desde los Estados o las haciendas". También Estados Unidos ha tomado la delantera y está apoyando fiscalmente la fabricación dentro de su territorio.