Cada pueblo guarda una historia. Lerma es uno de ellos que, además, cuenta con un sello que muy pocas villas pueden presumir. Desde 2017, este municipio de Burgos está en el catálogo de los pueblos más bonitos del Estado español, distinción que le otorgó un jurado que valoraron su limpieza, la conservación de sus fachadas, el cuidado de las flores y zonas verdes e incluso la circulación de vehículos. Asimismo, cumplía también con dos de los argumentos más importantes parar formar parte de esta lista que invita a los visitantes a conocer su historia: tener menos de 15.000 habitantes y un patrimonio arquitectónico certificado. Y es que el caso antiguo de esta Villa Ducal goza del estatus de bien de interés cultural y muchos de sus edificios cuentan con un importante valor arquitectónico. A continuación te contamos qué no puedes perderte si vas de visita a Lerma.

PLAZA MAYOR

La plaza mayor de Lerma es una de las más grandes de Castilla y León, hay quienes incluso dicen que del Estado español. Tiene un total de 6862 metros cuadrados y en ella están dos de los monumentos más importantes de Lerma: el Palacio Ducal y el Monasterio de San Blas. La plaza es de planta rectangular y estuvo porticada por tres de sus lados. Como dato curioso, los edificios que la forman tienen soportales en su planta baja sujetos con 75 columnas de cantería. Las primeras plantas son de ladrillo y están decoradas con 72 balcones.

Monasterio de La Ascensión.

Monasterio de La Ascensión. Wikipedia

PALACIO DUCAL

Desde 2006 el Palacio Ducal es actualmente Parador Nacional de Turismo. Este gran edificio ocupa todo un lateral de la plaza mayor. En su origen tenía unos inmensos jardines abajo, a la orilla del río con fuentes, palacetes, y siete ermitas, de las que queda una llamada del Cristo. Se conservan todos los documentos referentes a su construcción. Obra del siglo XVII, empezó a construirse en 1601 por encargo del Duque de Lerma. Su arquitecto fue Francisco de Mora, considerado uno de los mejores de la época.

El Palacio Ducal fue el símbolo del poder del gran personaje de Lerma, Don Francisco Gómez de Sandoval-Rojas y Borja, Duque de Lerma. El hombre más poderoso del reinado de Felipe III. Un político que quiso que esta población burgalesa luciese como muestra de su influencia. Durante muchos años cualquier decisión pasaba por sus manos, hasta que fue víctima de conspiraciones y tuvo que volver a Lerma. Al Duque se le acusa de ser el padre de la especulación inmobiliaria en nuestro país y de acumular una fortuna inmensa, buena parte de la cual gastó aquí.

El Duque de Lerma convirtió a la villa -aprovechando los cambios de capitalidad en el país entre Valladolid y Madrid que él mismo diseñó- en una nueva corte donde reyes, cortesanos, nobles y políticos de la época pasaban largas temporadas para cazar, hacer suntuosas fiestas, religiosas y profanas, y tomar las decisiones políticas que no habían hecho en Madrid. Seguro que no se imaginaba que Lerma es uno de los pueblos más bonitos del Estado español gracias a sus esfuerzos.

Interior del Palacio Ducal.

Interior del Palacio Ducal. Wikipedia

El Palacio está compuesto por 210 balcones de hierro y 135 ventanas. En su interior destaca su patio central rodeado de galerías con columnas, alternando dos cuerpos: el primero, de 20 columnas de orden toscano con arcos de medio punto, y el segundo, de 20 columnas de orden jónico. Arranca también desde este patio una suntuosa y amplia escalera claustral.

El palacio tiene cuatro torres en los ángulos con los chapiteles también recuperados después de las obras de rehabilitación. Ningún palacio podía tener más de dos torres, salvo el de los reyes, pero al duque de Lerma se le concedió este privilegio, tal era su gran poder en la Corte.

PLAZA DE SANTA CLARA

En la plaza de Santa Clara se encuentran el Convento de la Ascensión y la Colegiata de San Pedro. En el centro de la plaza está enterrado el cura Merino, héroe de la Guerra de la Independencia Española contra Napoleón Bonaparte. En la misma plaza está el "Mirador de los Arcos" donde se puede admirar una fenomenal panorámica de la vega del río Arlanza.

COLEGIATA DE SAN PEDRO

La Colegiata de San Pedro está situada en la Plaza de Santa Clara. Fue construida en el siglo XVII, como casi todos los edificios importantes de Lerma. La sencillez del exterior no desvela la importancia que tuvo en su momento, cuando llegó a ser una abadía dependiente de Roma, fíjate en los emblemas papales que encontrarás en todo el edificio.

Esta iglesia es de planta de salón y cuenta con tres naves y girola. Destacan en su interior la pila baustimal de origen románico y que está decorada con ornamentos mitológicos; el retablo barroco del presbiterio; el coro, que cuenta con una amplia sillería; los órganos de Diego de Quijano; y la escultura Don Cristóbal de Rojas.

Colegiata de San Pedro. Wikipedia

ARCO DE LA CÁRCEL 

Cuatro eran las puertas de acceso a la ciudad en la época de la reconquista. Hoy solo se conserva este Arco de la Cárcel, la puerta de entrada que nos conduce al casco histórico de la ciudad. Está formada por un arco torreado flanqueado por dos cubos defensivos con saeteras. Al interior se accede con una escalera de caracol. El cuerpo superior, de ladrillo, se añadió en el siglo XVII para utilizarla como cárcel.

Mirador de Los Arcos.

Mirador de Los Arcos. Flickr

MONASTERIO DE SAN BLAS

El Convento de San Blas de la localidad de Lerma está situado en una plaza anexa a la Plaza Ducal, llamada de San Blas. De estilo barroco clasicista, comenzó a construirse a principios del siglo XVII para albergar una comunidad de monjas Dominicas, cuya vida religiosa se prolonga hasta nuestros días. Forma parte del Conjunto Conventual e Histórico de la ciudad de Lerma y es, por tanto, Bien de Interés Cultural. Tratándose de un convento de clausura, únicamente puede conocerse su iglesia, abierta al público y los fieles con motivo de los oficios religiosos. En la actualidad está habitado por monjas dominicas de clausura. Las piezas de cerámicas que realizan tienen gran y merecida fama.

CONVENTO DE SANTA TERESA Y CENTRO DE INTERPRETACIÓN

El Convento de Santa Teresa de 1617 está compuesto por la iglesia y el monasterio con claustro central en el que hoy en día se encuentra el Ayuntamiento y la oficina de turismo. Dentro de la oficina de turismo hay un Centro de interpretación de Lerma, en él podrás ver maquetas, ropas y armas de la época, cuadros y datos interesantes sobre la población. Impresionante recorrido rodeado de maquetas, vestimentas, armas de época y te conduce a la bodega monacal. Desde allí, en la visita guiada puedes pasear por el pasadizo ducal.

Convento de Santa Teresa.

Convento de Santa Teresa. Flickr

Con mucho sabor

Claro está que Lerma es un pueblo con encanto, pero su gastronomía es otra excusa para acercarse hasta esta villa que deleita a los visitantes con sus platos llenos de sabor. Uno de sus platos estrella es el lechazo, y aquí pueden probarse las razas autóctonas como la churra, la castellana y la ojalada, una de las más antiguas del Estado español y que destacan por su buena textura en boca. Asimismo, si algo caracteriza a Lerma son los asadores que dan a probar este plato, que se suele cocinar en cazuela de barro, cortado a piezas y a fuego lento.  

La morcilla de Burgos es otra de las sellas de identidad de Castilla y León, pero la de Lerma tiene un toque diferente: sabrosa y más especiada. Para elaborarla utilizan pimentón, anís, orégano, pimienta, comino, clavo y canela. Para acompañar a estos platos suele tomarse una copa de vino, y en Lerma se encuentran antiguas bodegas donde se elabora caldo propio. Uno de esos lugares en el Palacio de Lerma, donde tienen lugar catas a ciegas, talleres, maridajes… Y como toque final, un rico postre. En el Convento de Santa Clara, las monjas elaboran chocolates, brownies, galletas, bombones, tastas, pastas de té, trufas… Son expertas en dulces. Además, hacen envíos a todo el Estado español y preparan hasta lotes para todo tipo de eventos.