La apuesta más esperada del año enfrentará a Iker Vicente y Julen Alberdi –Txikia IV– el próximo 27 de abril en la plaza de toros de Tolosa (18.00 horas). Cada aizkolari se jugará 7.000 euros que ganará el primero en cortar catorce kanaerdikos y ocho troncos de 60 pulgadas. Para el navarro, será ya su tercera apuesta, mientras que el azkoitiarra nunca había afrontado antes un desafío así. Xabier Orbegozo –Arria V–, Mikel Larrañaga y Joxe Mari Olasagasti, con varias apuestas disputadas, analizan el duelo entre los dos contendientes. A priori, Iker Vicente parte como favorito, y todos coinciden en que su experiencia en estos desafíos podría beneficiarle.

Xabier Orbegozo, Arria V: “Vicente ha estado un puntito por encima”

Arria V fue durante años uno de los grandes animadores de los herri kirolak. Además de haber recuperado disciplinas como el pentatlón vasco, en su trayectoria deportiva figuran una decena de apuestas como aizkolari, sin contar los desafíos mixtos de corte con aizkora y carrera a pie y otros muchos retos. En 2018, el errezildarra fue el primero que se atrevió a disputar una apuesta con Iker Vicente. El navarro se llevó la victoria sobre doce kanaerdikos y ocho troncos de 60 pulgadas, un trabajo muy similar al que deberá afrontar ante Julen Alberdi.

Arria V no duda en reconocer que ve la apuesta “un puntito a favor” de Iker Vicente. “Veo una apuesta igualada. Cuando los dos han estado a tope, al 100%, Iker Vicente siempre ha estado un punto por encima. Veo poco margen de mejora para los dos, porque los dos han estado siempre bien preparados. Creo que no hay mucha diferencia entre ellos, pero para ganar a Vicente Txikia tendrá que hacer una apuesta al 120%”. 

Iker Vicente, en el desafío que sostuvo contra Mikel Larrañaga. IKER AZURMENDI

La experiencia en este tipo de desafíos puede ser otro factor que beneficie al navarro. “Txikia es mayor, pero empezó como aizkolari después de terminar la carrera, y para Iker desde pequeñito la aizkora ha sido una manera de vivir. Para Iker es una apuesta importante, pero va a ser la tercera, y va a ser la primera para Txikia. Y la primera apuesta suele ser complicada. No sabemos cómo va a afrontar los últimos días. Tampoco es que Txikia venga de la nada. Ha ganado campeonatos a Iker, pero en los días importantes creo que Iker ha estado un puntito por encima. Una apuesta es una fecha a una hora, y ese día puede pasar cualquier cosa”.

Vicente y Alberdi deberán cortar catorce kanaerdikos y ocho troncos de 60 pulgadas: “Es un trabajo bonito, ideal, parecido al de la apuesta que hicimos Vicente y yo” –en esta ocasión serán solo dos kanaerdikos más–. “Yo llevé madera dura. Creo que los kanaerdikos los corté antes que él, pero en las maderas de 60 pulgadas me quitó la ventaja. Ahí, Iker es un profesional. Será una apuesta bonita. Creo que los dos irán con buena madera a la apuesta, y que andarán entre 50 minutos y una hora”.

Ambos aizkolaris cerraron la apuesta en enero, y la espera “se ha hecho larga para el aficionado, y seguramente para ellos”.

Mikel Larrañaga: “Para Txikia es la primera apuesta”

Mikel Larrañaga ha sido el principal rival de Iker Vicente y Julen Alberdi a lo largo de muchos torneos. El azpeitiarra se enfrentó con el navarro en una apuesta sobre doce kanaerdikos y seis oinbikos, en 2022, en un duelo en el que la fortuna le dio la espalda. Larrañaga, además, también se ha medido con Eneko Otaño y, en un desafío mixto, con el montañero Alex Txikon.

El último ganador del Aizkolari Txapelketa Nagusia espera “una apuesta dura. Los dos irán preparados a tope. Ya sabemos que Iker Vicente sabe prepararse y que conoce muy bien su cabeza; sabemos que irá al 100%. Sin embargo, será la primera apuesta para Txikia y tengo miedo de que los nervios le puedan jugar una mala pasada. Creo que Txikia también irá a tope y estos años se ha visto que puede hacer frente a Iker Vicente”. 

Larrañaga, como Arria V, destaca la experiencia de Vicente: “Uno irá más tranquilo que otro, porque para Txikia es la primera apuesta y eso puede ser muy peligroso. Si los nervios le traicionan, Vicente tendrá ventaja”.

El azpeitiarra recuerda que a ambos les aguarda “un trabajo duro, de entre 50 minutos y una hora, muy exigente. Tendrán que ir muy bien preparados. Txikia ya ha hecho trabajos de 45 minutos y pienso que estará preparado, ahí no veo una gran diferencia entre los dos”.

Larrañaga guarda un recuerdo “bueno y malo” de su apuesta con Iker Vicente. “Me quedé a gusto porque hicimos buenos tiempos, y por otro lado tengo un recuerdo malo porque perdí, justo, por un nudo o por otra cosa pero perdí”.

El campeón del Aizkolari Txapelketa Nagusia percibe que este nuevo desafío está generando expectación entre los aficionados a los herri kirolak: “Ya se está hablando de la apuesta. En los últimos quince días ya se empezará a mover el dinero y se irá calentando todo. Tendremos que ir a verla”.

Joxe Mari Olasagasti: “Va a ser una apuesta muy importante”

Con innumerables apuestas de todo tipo a sus espaldas, Joxe Mari Olasagasti es un mito de los herri kirolak. El aizkolari de Igeldo se muestra con ganas de presenciar el desafío entre Iker Vicente y Julen Alberdi. “Va a ser una apuesta muy importante. La gente está deseando ver el desafío y los dos están preparándose muy bien. Todos están a favor de Iker Vicente. Todos le vemos muy fuerte, pero Txikia ya le ha ganado en algún torneo y está trabajando muy bien. Pienso que le sujetará. Veo la apuesta muy fuerte”. El seis veces campeón de Euskal Herria espera que los dos rivales comiencen el desafío a un ritmo fuerte, “a dar guerra desde el principio. Y luego habrá que ver quién puede aguantar”. 

Los catorce kanaerdikos y ocho troncos de 60 pulgadas suponen “un trabajo muy bonito, parecido a unos 26 kanaerdikos. El tiempo que necesiten dependerá de la madera. Todavía no sabemos qué material van a llevar, porque hasta el viernes no van a poner las maderas, y ahí también va a estar una de las claves”.

Olasagasti, de 65 años, aseguró que no se perderá el duelo entre Vicente y Alberdi del próximo día 27. Los dos aizkolaris responderán entonces sobre la madera a las expectativas de los aficionados.