La policía ha dispersado este lunes en el centro de Ankara una marcha sindical que denunciaba las condiciones laborales en la mina de Amasra, donde el jueves pasado murieron 41 mineros en una explosión, y ha practicado unas veinte detenciones, informa el diario turco "Birgün".

Una marcha convocada por varios de los mayores sindicatos del país se dirigía por las calles céntricas de la capital al Monumento al Minero, donde los dirigentes obreros querían leer un manifiesto, acto que fue impedido por la policía.

Posteriormente, los agentes realizaron varias cargas para disolver la marcha, señala el citado diario.

El jueves pasado tuvo lugar una explosión de gas grisú en un pozo de una mina de carbón de Amasra, en la provincia de Bartin, en la costa del mar Negro, que causó la muerte de 41 trabajadores que se hallaban en la cota de 300 metros bajo tierra.

La Fiscalía ha iniciado una investigación para determinar responsabilidades, y la oposición ha denunciado que, pese a tratarse de una de las minas públicas, normalmente mejor reguladas que las del sector privado, no se habían tenido en cuenta advertencias sobre posibles escapes de gas.