NILSA tiene ya el visto bueno de la CHE para llevar a cabo la ampliación de la depuradora de Tudela, la segunda fase del proyecto, y pasar de tratar 207 toneladas de fango al día (72.000 al año) a 252 toneladas (92.000 al año) y el visto bueno de Medio Ambiente llegará en poco tiempo. Así lo ha asegurado su gerente, Fernando Mendoza, que ha negado las cantidades que esta mañana ha ofrecido Toquero, “han magnificado todo y multiplicado por 1.000. El máximo de capacidad que tendrá la planta será de 465 toneladas al día, pero es la capacidad máxima. Tenemos que hacer las obras, dado su coste, pensando en muy largo plazo y la ampliación de la capacidad real ahora será de un 17%”, ha asegurado. Mendoza se ha mostrado sorprendido por la reacción de Toquero ya que hace un año mantuvieron una reunión en la que le explicaron la idea del proyecto, “fuimos a pedir la autorización y a informar al Ayuntamiento del alcance de todo el proyecto. El ya sabía y tenía bien claro de qué iba esto. Hace un año le explicamos, no con todo lujo de detalles de ahora, pero sí le contamos todo esto. Él estaba informado y solo nos traslado su preocupación por los olores”

Respecto al olor, Mendoza ha señalado que se aplicará los sistemas más modernos para su reducción e incluso ha afirmado que “después de la obra los posibles problemas de olores de la futura depuradora van a ser menores que la actual porque serán mejores tecnologías. Una depuradora podrá tener olores pero hemos incorporado las mejores tecnologías actuales y en eso somos bastante fiables”.

Igualmente también ha señalado que desconoce la cifra que ha dado el alcalde de Tudela de 14 camiones al día, “las cifras que pasamos y que manejamos es pasar de 32 camiones a la semana que estamos tratando ahora a 45 a la semana”.

"El alcalde ya sabía y tenía bien claro de qué iba el proyecto. Hace un año le explicamos, no con todo lujo de detalles de ahora, pero sí le contamos todo esto".

Fernando Mendoza - Gerente de NILSA

Ante la pregunta de si el Gobierno podría expropiar y acometer el proyecto por su cuenta sin la necesidad de tener el visto bueno del Ayuntamiento, Mendoza, que en todo momento ha abogado por un acuerdo ha indicado que “es conveniente y queremos tener la autorización del Ayuntamiento. Si todos los informes de los organismos son favorables, al Ayuntamiento le corresponde darnos la autorización. No es discrecional, tendría que justificar por qué no nos la da. Somos lo mismo, porque las aguas residuales es un tema de competencia municipal”. Mendoza ha repetido que “es un proyecto necesario y hay que cumplir con la ley que está ya encima de la mesa”.

Igualmente ha negado la afirmación de Toquero que Tudela iba a asumir todos los lodos de Navarra menos la cuenca, “todo el Norte, incluido la comarca de Pamplona, van a la depuradora de Arazuri. La parte Sur, que supone una gran cantidad por lo que viene de la agroindustria, se van a acabar tratando en la depuradora de Tudela”. En este sentido ha señalado que ya hay muchos fangos que llegan a la depuradora de Tudela y que la “novedad”, por su tamaño, serían los de Tierra Estella, Tafalla y Olite. En la actualidad, la depuradora de Tudela trata los fangos de Tudela, Cortes, Cintruénigo, Corella, Fitero, Monteagudo, Lodosa, Sartaguda y Mendavia que en 2021 supusieron 75.775 toneladas. A estas localidades se sumarían Cadreita, Castejón, Azagra, Milagro, Villafranca, Bajo Ega, Bajo Ebro, Tafalla, Olite, Valtierra, Arguedas y Bajo Arga, lo que supondría una estimación de 92.113 toneladas al año (según las cifras de 2021).

Con respecto a los agricultores ha señalado que no les han informado hasta que no esté más avanzado el proyecto y ha señalado que el resto que quede tras el tratamiento podrá ser empleado en 2.000 hectáreas para mejorar los cultivos y emplear fertilizantes naturales, un tratamiento que será repartido de forma gratuita por la propia NILSA.

Por último, respecto a la tercera fase, que es el secado solar en el término municipal tudelano de El Raso, ha señalado que aún no tiene autorizaciones porque aún se está proyectando. Se estima que serán dos hectáreas pero se adquirirán cinco hectáreas más para crear una zona de protección alrededor. “Es el resto que queda después de extraer toda la energía, es un fango ya higienizado. Hemos pedido en una localización que creemos idónea y lo trasmitimos al Ayuntamiento. Hemos pedido a Ordenación del Territorio para que nos diga si esa ubicación es correcta o no es correcta”.