El escritor J.M. Aranalde, en uno de sus libros de pequeño formato titulado Xalbador, recoge y nos transmite una anécdota de dos grandes bertsolaris: Manuel Olaizola (Zestoa 1909-Oiartzun 1983), llamado Uztapide por el nombre del caserío en el que nació, y Fernando Aire (Urepel 1920-1976), llamado Xalbador por el nombre de su caserío natal.

La obra de ambos bertsolaris está recogida en libros, y los dos participaron en muchos concursos, siendo Uztapide txapeldun los años 1962, 1965 y 1967.

(Uztapide... ¿de Uzta-bil?, segador, cosechero?..)

La gracia de la anécdota está, para mí, en el doble sentido que Uztapide pone en relieve de la palabra falta, tomándola tanto como falta = defecto y falta = escasez.

En una de las muchas ocasiones en que coincidieron, Xalbador, después de hablar con su amigo y de observarlo durante un buen rato, le dijo: “Adizu, Uztapide. Zu ere gizon haundia, eta argia, eta nahi duzun guztia, baina zuk ere ba duzu falta bat”. (Oye, Uztapide, tú eres un gran hombre, inteligente y muy querido por mucha gente, pero tú tienes también una falta”). Eta Uztapidek... Zer dugu ba? (Y Uztapide: ¿Qué tenemos pues?). Eta beste horrek: “Belarriak dituzu haundiegiak” (“Tienes las orejas verdaderamente grandes”). Eta Uztapidek : “Hori ez da falta, gizona. Hori sobra da”. (Y Uztapide: “Eso no es falta, hombre. Eso es sobra”.

A mí la anécdota, de ingenio tan apacible y bonachón, me ha gustado tanto que me ha hecho sentir el impulso de enviarla al periódico para sacarla del confinamiento de un libro y se extienda, así, mucho más ampliamente, así que... ¡ahí va!