Estoy de acuerdo con todo lo que dice en esa carta el Sr. Andiarena. Hace años vengo pensando que este deporte que mueve tantos millones -más que los distintos gobiernos-, se ha convertido en una mafia, porque, como dijo Rubiales, aquí en el mundo de fútbol no hay libertad porque el dinero compra voluntades y muchos entrenadores han salido casi forzados a hacer declaraciones porque se juegan sus jugosos puestos. 

Me da vergüenza ajena cuando oigo los fichajes millonarios de algunos jugadores, los amaños de partidos, la compra a árbitros, y todo esto que llaman deporte rey es real y mueve día tras día a miles de personas que, a pesar de sus bajos ingresos, llenan los estadios para gritar y animar a su equipo favorito, vamos que se ha convertido en el opio del pueblo.

La actitud vergonzante del presidente de la federación respaldado por la misma -porque poco antes de que la FIFA había destituido por 90 días al Sr. Rubiales-, había sacado un comunicado llamando mentirosa a la jugadora, culpándola de todo y que iba a emprender acciones legales contra ella, el poder lo puede todo y eso es abuso de poder. Este comunicado lo borraron tras conocer el dictamen de la FIFA, como se decía en la carta una vez hecho el paripé todo seguirá igual, cientos de niñ@s seguirán soñando ser jugadores de fútbol porque así tienen la vida solucionada y no tienen necesidad de estudiar una carrera universitaria de cinco o seis años, una vez terminada su carrera les puede fichar una cadena de televisión como algún jugador del Betis. Las niñas estarán sujetas a más penalidades, incluso a vender su cuerpo, sospecho que cosas así pasan. Lo que más me alucinaba del Sr. Rubiales es  que en la propia Asamblea ofrecía puestos de trabajo con medio millón de euros de sueldo, así sin más... La mayoría de la gente tras haber trabajado toda la vida no tenemos esas cantidades ahorradas. Todo da bastante asco.