Hoy todas las voces reclaman sensatez, que callen las armas y se sienten a dialogar. Es verdad que con esta violencia tan extrema no se arreglará nada, tantas muertes y el conflicto se quedará donde estaba antes de empezar. También es verdad que después de 75 años sufriendo a diario los castigos y la violencia sionista, nadie cree que por muchos encuentros y conferencias se vayan a dar avances en aras a una convivencia entre las dos partes. Han sido muchos los contactos entre ellos, con intermediarios, en países neutrales, la última en Oslo, y el conflicto sigue sin avanzar ni un ápice. A decir verdad sí ha habido beneficiarios, pero siempre han sido los mismos, los sionistas siempre han salido reforzados y los palestinos frustrados en todos los casos. Por eso hoy día nadie cree en ellos.

Es tanta la presión ejercida por el poderoso Gobierno israelí que ¿quién se atreve a defender las acciones de los palestinos? Hasta ahora, las continuas masacres del régimen sionista no las criticaba nadie en el mundo occidental, sin embargo cuando la iniciativa ha partido del pueblo palestino todo el mundo se escandaliza, qué horror. Por si alguien quiere adentrarse en esta violencia que se haga con el libro de Ilan Pappé, La limpieza étnica de Palestina, las barbaridades del grupo Likud son fascismo puro. El atentado contra el Hotel Rey David de Jerusalén, en el año 1946, donde se concentraban los militares británicos, costó la vida a 91 personas, muchos de ellos militares ingleses. El conflicto es viejo, en el año 1948 Ben-Gurión aceptó la partición de Palestina que hizo la ONU: 56% quedaba en manos del Estado Sionista y el resto pertenecería a Palestina. En estos momentos todo el territorio está en manos de los sionistas. Como es lógico, los palestinos no han admitido este reparto, puesto que ellos se han quedado sin nada.

Tamaña injusticia no la pueden admitir y, después de las masacres hechas por los sionistas desde el año 48, cualquier respuesta de los palestinos, individual o colectiva, es represaliada con el ciento por uno. Ante la respuesta que se prevé por parte del ejército israelí, los países de la órbita sionista están adelantando la justificación a lo que se ve venir: Israel tiene derecho a defenderse.

El adelanto del ministro de Defensa israelí nos retrotrae a la Edad Media, cuando se cercaban las fortalezas y se buscaba la rendición de las ciudades por inanición. Lo hemos conocido hoy mismo de la boca de este ministro: estamos combatiendo contra animales y actuaremos en consecuencia imponiendo un sitio total en Gaza, no habrá electricidad, ni comida, ni agua, ni combustible, se cerrará todo.