El señor Martín Zabalza Arregui, director general de Memoria y Convivencia del Gobierno de Navarra, se ha columpiado y, en mi opinión, debe dimitir. ¿Por qué se ha columpiado y debe dimitir? Por un par de razones muy sencillas. La primera porque, siendo como es director de un cargo público, en este caso de Memoria y Convivencia, debería mantener una postura imparcial en cualquier asunto relacionado con su departamento, un departamento que debe de convivir con muchas sensibilidades.

Y no ha mostrado esa postura de imparcialidad, ha herido sensibilidades y se ha decantado, como elefante en una cacharrería, por una de las dos posturas que con respecto al futuro del Monumento de Navarra a sus Muertos en la Cruzada, más conocido como Los Caídos, están en pleno debate, de cara a su solución definitiva tras años de retrasos y dilaciones: derribo o resignificación.

Y lo ha hecho con un artículo en la prensa, en el cual desprecia a los partidarios de su derribo, descalificándolos con una opinión totalmente subjetiva, mostrando su postura favorable a la resignificación, olvidando la neutralidad que debería mostrar. Y no sólo eso. El citado artículo, en gran parte, es plagio de otro publicado en el año 2017, en diario.es, y firmado en este caso por Carlo Invernizzi-Accetti. Y al señor Martín Zabalza Arregui se le ha “olvidado” citar…

*Presidente de Orreaga Fundazioa