Este lema se repitió de manera reiterada en la manifestación que tuvo lugar con motivo de la última huelga convocada en la Administración Foral. La defensa de la implantación de la carrera profesional se puede abordar desde un punto de vista colectivo o por colectivos. Un modelo del qué hay de lo mío que condiciona negativamente el qué hay de lo nuestro.

Los diferentes gobernantes de Navarra han venido optando por la estrategia de negociar por colectivos, ya que sale económicamente más rentable contentar a unos pocos que ser equitativo y justo con unos muchos. De ahí que, cada vez más, se estén produciendo agravios comparativos entre trabajadores y trabajadoras de la Administración, lo cual es reflejo de una mala gestión y supone una fuente de desmotivación para la parte mayoritaria del personal. Los sindicatos no podemos ser cooperadores necesarios de esta vía.

Por eso, desde el área pública de CCOO no hemos apoyado el acuerdo de carrera profesional alcanzado para el personal sanitario. Este acuerdo, además de marginar al personal no sanitario, recoge la carrera profesional para los niveles C y D sanitarios en unas cuantías entre un 27% y un 37% menor de lo que deberían ser. Es normal que el colectivo afectado pueda percibir que toda mejora es buena. Pero esta negociación puede suponer un lastre para el conjunto.

CCOO vamos a defender una mejor carrera para todo el personal, incluidos los sanitarios a los que afecta dicho acuerdo, que recoge cuantías claramente insuficientes. Había un mandato del Parlamento para llevar una carrera para este colectivo, pero también hay un acuerdo programático que empuja al Gobierno actual a implantar una carrera profesional para todos y todas las empleadas públicas.

Ahora estamos inmersos en la negociación de un nuevo Estatuto de Personal, una negociación que requiere una mayor amplitud de miras, ya que aquí se regulan y consolidan las condiciones laborales de los empleados y empleadas públicas de las administraciones de Navarra para periodos muy prolongados de tiempo. No entendemos que estando inmersos en la negociación de un Nuevo Estatuto –el vigente data de 1993– se lleguen a acuerdos para colectivos concretos excluyendo al resto. Además, haber llegado a un acuerdo a la baja repercute contra la estrategia que defendemos desde CCOO de establecer una carrera equitativa con unas cuantías adecuadas al conjunto de empleados y empleadas públicas.

Cuando el Gobierno de Navarra nos traslada que quiere ligar la carrera a la evaluación del desempeño, nos preocupan dos cosas. Por un lado, cómo se va a llevar a cabo y quién va a evaluar. Por el otro, que la evaluación del desempeño dilate en el tiempo la aplicación efectiva de dicha carrera. Tal y como está pasando con la aplicación de las licencias por conciliación familiar, que se están aplicando en el conjunto del Estado pero no al personal empleado público foral.

Va a hacer falta una fuerte unidad del personal público para conseguir mejoras para todos aquellos y aquellas que desarrollan su trabajo en el ámbito público, ya sea para la administración foral, local, organismos autónomos o empresas públicas.

No es momento de corporativismos en la negociación del Estatuto, nos jugamos las condiciones laborales y económicas para los próximos años. Eso requiere de una defensa colectiva para lograr una carrera profesional para todo el personal público, que además lucharemos para que se aplique en el año 2025.

El autor es coordinador del Área Pública de CCOO Navarra