Primero fue el proyecto de la Plaza de la Cruz, después vino la reurbanización del Paseo de Sarasate, más tarde la rotonda de San Jorge y ahora le ha tocado a la Plaza de las Merindades.

Son las cuatro propuestas que la alcaldesa de Pamplona Cristina Ibarrola ha ido planteando públicamente en sus primeros cien días en el cargo, en lo que parece ser una declaración de intenciones más que de realidades a la vista de la disponibilidad presupuestaria del Ayuntamiento y de las mayorías existentes en la actual corporación

De forma sucesiva, Ibarrola ha expuesto proyectos pendientes desde hace tiempo, que en realidad evidencian el tiempo perdido en la pasada legislatura y si no fuera por la magnitud de las propuestas, tanto desde el punto de vista urbanístico como financiero, podría parecer que los acuerdos no son tan complicados.

Pero se ha comprobado que sí lo son. Desde que tomó las riendas del gobierno municipal como candidata de la lista electoral más votada, la alcaldesa de Pamplona ha estado condicionado por la herencia de su antecesor y ha optado por mantener los proyectos que le dejó en tramitación hasta que le ha sido posible, consciente de que no puede dar pasos en falso.

De la Plaza de la Cruz a la de Príncipe de Viana

Se ha podido comprobar con la reforma de la Plaza de la Cruz, un proyecto que Ibarrola encontró encima de su mesa nada más llegar al despacho de la Alcaldía y del que tendrá que olvidarse tarde o temprano ante la contundente oposición de la mayoría social y municipal de Pamplona.

Que UPN y PP quisieran aprobar este proyecto por la puerta de atrás, sin informar a los grupos municipales ni a los vecinos, y en el últimos días de la legislatura pone bien a las claras cuáles eran sus intenciones, que desde luego no pasaban por el consenso, sino por sacar el proyecto adelante a toda costa, aun fuera en la prórroga.

Habrá que ver cómo acaba el expediente y si finalmente la alcaldesa convoca algún tipo de consulta como anunció, pero en cualquier caso el Pleno dejó muy claro que el proyecto que aprobó el anterior equipo de Gobierno no vale y que tendrá que plantear otra cosa para mejorar la plaza.

En el caso de la reurbanización del Paseo de Sarasate, que todo el mundo coincide en señalar como imprescindible y urgente, la situación tampoco es muy alentadora para la regidora.

A diferencia de lo ocurrido en la Plaza de la Cruz, la reforma pendiente de Sarasate generó desde el principio numerosos debates en Plenos y comisiones y se elaboraron varios informes sobre los árboles, además de un Concurso de Ideas del que fueron seleccionados tres proyectos.

Concejales de la anterior corporación en el paseo de Sarasate para conocer el trabajo realizado en las catas del arbolado. Oskar Montero

El problema surgió cuando el anterior equipo de Gobierno decidió actuar por su cuenta y sin consultar a nadie presentó un proyecto elaborado por técnicos municipales, que fue rechazado por la mayoría progresista ya que no contemplaba la plataforma única, es decir, seguía manteniendo el desnivel del paseo.

Tras el anuncio de la alcaldesa de que quiere retomar el proyecto de Sarasate sobre la misma base, la oposición se ha apresurado a recordarle que hay un proyecto que cuenta con el respaldo mayoritario (ZIP) y que existe una partida que existe una partida de 50.000 euros aprobada en febrero para encargar al equipo redactor una actualización del proyecto con aquellas cuestiones de mejora que aparezcan.

Para la rotonda de San Jorge, el equipo de Gobierno ha asegurado que se está elaborando un estudio de alternativas para mejorar la movilidad, mientras el vecindario ha vuelto a salir a la calle para exigir soluciones al problema que genera el tráfico por la rotonda, unos 40.000 vehículos al día. 

El concejal Labairu, de visita a los nuevos pasos de peatones habilitados en la rotonda de San Jorge junto a vecinos reclamando una solución definitiva. Iñaki Porto

En el Pleno de este mes, la mayoría progresista aprobó una iniciativa para “exigir a la alcaldesa Ibarrola la ejecución de los 50.000 euros de la enmienda aprobada en febrero de 2023 antes de que finalice el año y ponga en marcha el concurso de ideas con participación social del barrio para la búsqueda de soluciones al grave problema que genera la rotonda central del barrio”.

Aunque Maya lo descartó en su día por caro, UPN parece que ahora no ve con tan malos ojos la posibilidad del soterramiento de la rotonda, que ya aparece en el Plan Municipal, lo que permitiría una continuidad más clara de los barrios adyacentes a la avenida de Navarra y que las calles a ambos lados de la avenida pudieran empalmarse.

Imagen de archivo de la plaza de Príncipe de Viana. Iban Aguinaga

De esta forma se enlazaría la trama urbana del barrio actualmente interrumpido, lo que mejoría de forma muy evidente las condiciones de vida de los residentes ya que el tráfico rodado circularía por debajo de la gran plaza peatonal que se crearía en superficie.

El último proyecto al que se ha referido la alcaldesa es la reforma de la plaza de Príncipe de Viana, sobre lo que ha dicho que en breve presentará una propuesta que desconocen los grupos municipales.

Habrá que esperar, pero en cualquier caso el PEAU del II Ensanche ya contempla la opción de diseñar carriles bus que atraviesen el centro de plazas como Merindades, Príncipe de Viana o plaza de la Paz y ampliar los espacios peatonales en un proyecto más amplio, que afectaría al conjunto de la avenida de la Baja Navarra.

La alcaldesa Ibarrola, entre Javier Esparza y Enrique Maya en un acto electoral. Javier Bergasa

A tenor de lo manifestado por los grupos de la oposición, no parece que el anunciado interés de Ibarrola en buscar acuerdos para sacar adelante estas propuestas, u otras que se puedan plantear más adelante, se haya traducido en nada concreto en sus primeros cien días en la Alcaldía.

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La portavoz socialista Elma Saiz fue contundente el pasado miércoles, cuando en el debate en la Comisión de Urbanismo lamentó que las declaraciones de la alcaldesa a favor del consenso no se hagan realidad: “Si de verdad tuvieran interés en buscar acuerdos ya estarían trabajando con los grupos municipales para hacerlo posible, pero no han hecho nada”.

Con toda la legislatura por delante, resultan difíciles los pronósticos, pero es seguro que algo tendrá que cambiar si el objetivo es mejorar la ciudad.