Un informe encargado por el Ayuntamiento de Sangüesa a la empresa Ingeotyc S.L. y elaborado por los geólogos Valentín Ibarra y Tomás Morales, doctor en Geología por la Universidad del País Vasco, ha vuelto a poner sobre la picota la seguridad del recrecimiento del embalse de Yesa, una de las obras más cuestionadas de la historia de la Comunidad Foral por sus déficits técnicos, de carencia de información pública fiable, por su complejidad y por su presupuesto ingente. Ahora, este nuevo informe, que viene a ser una valoración del dictamen final sobre la seguridad de las obras que ya elaboró el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos (CICCP), concluye que la ladera derecha del embalse sigue moviéndose, que la estabilidad de la misma es precaria y se desaconseja cualquier variación importante en la lámina de agua del pantano y que ni mucho menos pueda llenarse. CONSULTE AQUÍ EL INFORME COMPLETO

Explica en el documento que “mientras existan desplazamientos en la ladera y dadas las limitaciones de la auscultación actual, con notables incertidumbres sobre la dinámica de detalle de la ladera y sobre el margen de seguridad necesario para prevenir los efectos de los seísmos o de otras circunstancias desfavorables, no es adecuado variar los niveles de agua en la zona y, por tanto, se recomienda que no se proceda al llenado del recrecimiento de la nueva presa de Yesa”.

Falta de datos de auscultación

El informe saca los colores a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en varios puntos y de hecho recuerda que ya el párrafo final del Dictamen del Colegio de Ingenieros (2021) ofrece una “limitada garantía”: “Por todo lo anterior creemos que, prestando atención a las recomendaciones de estos dictámenes y a los asesores especializados de la CHE, la ladera tiene estabilidad suficiente para poner en servicio las presas adyacentes a la misma, si bien ha de seguirse un protocolo de llenado y vaciado que, junto con una instrumentación adecuada, permita el seguimiento preciso del comportamiento del conjunto presasladera y señale la conveniencia o no de introducir modificaciones en el proceso o proceder a medidas de refuerzo y prevención”, decía el Colegio.

“La auscultación actual tiene importantes limitaciones y requiere instalar más instrumentos”

Informe de Ingeotyc - Encargado por el Ayuntamiento de Sangüesa

Al respecto de dicho comentario, el análisis de los geólogos contratados por el Ayuntamiento de Sangüesa expone que “teniendo en cuenta las incertidumbres geotécnicas e hidrogeológicas evidenciadas, la actual situación de quasi-estabilidad de la ladera con movimientos significativos en 2021 y cuya evolución deberá ser contrastada con la información del año 2022, las importantes deficiencias y limitaciones de las actuales redes de seguimiento hidrogeológico y geotécnico (debido a que hay numerosos inclinómetros que no ofrecen datos), la falta de un valor de Factor de Seguridad que garantice la estabilidad futura (tanto en condiciones normales como en condiciones excepcionales, particularmente la actividad sísmica), podemos concluir que ni siquiera en un escenario sin seísmos excepcionales queda garantizada la estabilidad de la ladera derecha y la seguridad de la presa de Yesa”. Así, teniendo en cuenta los problemas de inestabilidad histórica de la zona, “resulta imprescindible exigir factores de seguridad que equilibren el nivel de desconocimiento actual. Trabajar con valores de factor de seguridad inferiores a 1,4 implicaría aceptar un riesgo que no es acorde con las demandas de la sociedad actual”.

Vista del embalse de Yesa y las obras de la nueva presa que se proyecta dentro del recrecimiento. Unai Beroiz

Entre las recomendaciones que ofrecen, el informe destaca que “la auscultación actual tiene importantes limitaciones; se hace necesaria la instalación de instrumentos de auscultación automáticos con registro continuo (sensores de inclinación, extensómetros y piezómetros) que permitan contextualizar de forma clara y precisa los movimientos que se produzcan en cada momento, aprovechando los trabajos de implantación para profundizar en el conocimiento de la ladera”. Además, se requiere una investigación complementaria que aborde distintas cuestiones, entre ellas la instalación de una red de piezómetros de seguimiento con registros continuos a distintas cotas.

Más claves

La precaria estabilidad de la ladera. El iinforme encargado por Sangüesa afirma que los desplazamientos actuales de la ladera, aunque limitados, indican que a pesar de las importantes obras ya realizadas, la estabilidad de la ladera continúa siendo precaria. Si bien en la actualidad no se plantean nuevas excavaciones, debe considerarse que el proceso de llenado previsto y sus desembalses son elementos desestabilizadores que volverar a poner en prueba la ladera incluso en condiciones no sísmicas.

La CHE no hizo ni caso a los movimientos de los clavos de la presa. El informe actual recuerda que la CHE “no prestó la necesaria atención a los movimientos de menos de 1 milímetro al año que registraban los clavos de la presa de hormigón. Sólo cuando las roturas observables fueron generalizadas se dio paso a la declaración de los escenarios 0 y 1 del Plan de Emergencia de la presa en los años 2011 y 2012, y a las obras de emergencia hasta el momento actual de quasi-estabilización de la ladera, sin situaciones excepcionales de lluvias o seísmos”.