La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra acoge desde este pasado lunes, en sesiones a puerta cerrada, la vista oral con cinco inculpados de los delitos de corrupción de menores, abuso sexual y contra la salud pública, dos de ellos los cabecillas de una trama que indujo a tres menores tuteladas a la prostitución, y los tres restantes clientes de la misma. Sin embargo, uno de estos tres últimos acusados, que se enfrentaba a 8 años de prisión por dos delitos de corrupción de menores, ya ha sido condenado. A los otros dos clientes les piden 15 años de cárcel.

En el primer día de la vista oral, este procesado depositó 16.000 euros en concepto de responsabilidad civil y se le aplicó la atenuante de reparación del daño, por lo que fue condenado a dos años de prisión (15 meses por un delito y nueve por el otro). Este individuo, que era conocido del acusado de proxenetismo que ha fallecido, acudió al domiclio el 25 de septiembre de 2021, con conocimiento de la minoría de edad de las chicas, y tuvo masaje erótico y sexo a cambio de dinero. El lunes aceptó los hechos y se conformó con la pena y el resto del juicio continuó sin su presencia.

En su escrito, el fiscal relata cómo era habitual que las tres chicas se fugaran del centro de menores en el que se encontraban y se refugiaran en el domicilio del principal acusado, quien a cambio exigía a una de ellas mantener relaciones sexuales.

En septiembre de 2021 el procesado presentó a las chicas a dos amigos, uno de ellos el ya fallecido y la otra la mujer procesada, quienes, conocedores de su minoría de edad, les ofrecieron hacer videollamadas de contenido erótico, que podrían derivar en ocasiones en contactos sexuales, por lo que podrían ganar mucho dinero.

Facilitaron a las chicas teléfonos móviles para atender a las llamadas y mensajes de los clientes, con líneas cuyo titular era el fallecido, quien junto a la procesada instruyeron a las menores sobre cómo actuar, recibieron a clientes en el piso de ellos previo concierto de cita, y les instruyeron sobre el cobro de los servicios, algunos de los cuales se pagaban directamente en una cuenta a nombre de uno de los procesados.

Durante una semana llegaron a realizar un número determinado de servicios sexuales, si bien solo se ha identificado a tres clientes presenciales en el piso, los también inculpados en la vista.

El fiscal revela además que en todo este tiempo "los tres acusados, conocedores de la minoría de edad y la situación de fuga en la que se encontraban las menores y por tanto de su situación de vulnerabilidad, les suministraban diversas sustancias estupefacientes" como hachís, cocaína y speed para "doblegar más fácilmente su voluntad" e incluso como pago de los servicios.