La montaña está más que nunca de luto en Navarra, porque en los últimos meses la tragedia se ha cebado con escaladores de la Comunidad Foral. El joven que ha perdido la vida esta mañana en el pico Aspe es ya el quinto aficionado a la montaña que pierde la vida en los últimos seis meses en el Pirineo navarro. Desde julio hasta el cierre de 2023, ya se habían contado cuatro montañeros -tres hombres y una mujer- que habían fallecido en distintos accidentes de montaña.

Imagen del rescate de la Guardia Civil en el Aspe.

Imagen del rescate de la Guardia Civil en el Aspe.

Así, el 9 de julio murió un senderista tafallés, Luis Valencia, de 58 años, que se desplomó por un infarto cuando descendía del pico Gamueta, en Ansó.

En agosto perdieron la vida la joven de 30 años, Ainara Marizkurrena Sagaseta, vecina de Doneztebe, que se precipitó 400 metros en el pico Montferrat (3.219 m.), en Torla; y otro montañero, Juan Julián Pardo, de Sangüesa y de 52 años, también falleció al sufrir una caída de 100 metros cuando hacía en solitario la ruta hacia la Cresta de Llosás, en el Parque Natural Posets Maladeta.

Por su parte, otro experto escalador, José Carlos Vicente Cillero, vecino de Sarriguren de 52 años, sufrió una caída mortal en Monte Perdido el pasado 18 de noviembre al resbalarse en la zona de la Escupidera en el pico de Ordesa. De esta forma, con la pérdida de hoy del montañero de Barañáin, son cinco los navarros que han fallecido en el Pirineo oscense en los últimos cuatro meses.