PAMPLONA. "Es preferible prevenir que no lamentar situaciones como la de Madrid". Con este argumento, Ignacio Polo, concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Pamplona, defendió ayer la actuación de la Policía Municipal que obligó a desalojar la noche del miércoles al jueves la discoteca Marengo. Polo precisó ayer que actuaciones como ésta no son excepcionales. Un mando policial ratifica que "todos los fines de semana controlamos 97 establecimientos y este año teníamos programados 40 controles de aforo y hemos hecho 21. Tres de ellos (cuatro con Marengo), un bar y dos bares catalogados como especiales, fueron sancionados administrativamente por exceder el aforo". Este tipo de actuaciones se llevan a cabo por lo general a la hora del cierre del local, para realizar el conteo de asistentes con precisión. Según dijo el portavoz policial, en esos casos anteriores "los excesos fueron mínimos, de un 10% de más. Hace tres años -recuerda- sí que hubo un desalojo masivo en la discoteca Reverendos, en una situación similar a la del miércoles".
En el interior de la sala, donde el pinchadiscos Danny Romero realizaba una sesión, se contaron 1.218 personas, la mayoría de ellas menores de edad, cuando el aforo del recinto es de apenas 644. La discoteca tenía prevista dos fiestas diferentes. Una en la que actuaba el Dj Romero destinada a público juvenil y que empezaba a las 00.30 horas y terminaba a las 2.30 horas (con entradas a 12 y 14 euros); y otra, a partir de las 3.00 horas, para adultos en una sesión normal de Halloween. El desalojo fue al terminar la sesión del dj. Para distinguir a los menores de 18 años de los adultos, a estos se les coloca un sello en su entrada. Tras el desalojo, la fiesta de Halloween para adultos se celebró sin problemas, aunque al comienzo, un mando policial admite que se produjo el único incidente de la noche con una pequeña avalancha a la entrada.
Además de las campañas programadas, la Policía Municipal de Pamplona también realiza actuaciones ante denuncias o demandas concretas, como ocurrió con Marengo. Llegó una información hasta la comisaría de que se habían vendido numerosas entradas en colegios para asistir al concierto. Los responsables policiales decidieron entonces montar un dispositivo al efecto, para controlar el aforo del local y su seguridad. Comprobaron la sobreocupación. La asistencia se doblaba a la que tiene estipulada el local según su licencia de apertura. Por tal motivo, se le abrió un expediente sancionador por una infracción grave, que viene estipulada en la Ley Foral 2/1989, de 13 de marzo que regula las actividades recreativas. Dicha infracción lleva aparejada una multa económica de hasta 6.000 euros, o la suspensión de la actividad por un periodo de dos años o la clausura del local por un año. Es prematuro hablar de la sanción que le será impuesta a Marengo, puesto que habrá que comprobar si existió algún incumplimiento además del exceso de aforo (no puede haber tampoco publicidad de tabaco a la vista de los menores) y si las medidas de seguridad estaban garantizadas con esa asistencia de público. También se valorará si el local es o no reincidente.
el twitter del dj El disc-jockey Danny Romero puso ayer en su cuenta de Twitter lo siguiente: "El desalojo no fue culpa de la sala. La poli a veces actúa cuando no debe y estarían aburridos y aguaron la fiesta".