madrid. El Gobierno aprobó ayer el proyecto de reforma de la Ley de Tráfico, que sube la sanción económica por conducir bajo los efectos del alcohol de los 500 euros actuales a 1.000.
La misma cifra se demandará a aquellos que conduzcan con drogas en el organismo, para los cuales se aplicará la tolerancia cero, sin cuadros como ocurre con el alcohol.
Así, las tasas máximas de alcohol permitidas no sufrirán variación, ni tampoco los puntos que se restan del carné en caso de ser multado por dar positivo en la prueba de alcoholemia.
De este modo, la tasa máxima permitida para los conductores en general seguirá siendo de 0,25 miligramos de alcohol por litro en aire expirado, que desciende a los 0,15 para los conductores noveles y para los de transportes de mercancías o de vehículos especiales.
El proyecto de reforma regula también "la conducción con presencia de drogas en el cuerpo" que es diferente a conducir bajo los efectos del consumo de drogas, recordó el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, la cual ya está regulada con una sanción administrativa y otra penal.
La reforma se ocupa también de la cuestión sobre la obligatoriedad del uso del casco para los ciclistas. Tras la polémica creada con los usuarios de bicicleta al anunciar que sería obligatorio el uso del casco también en ciudad, el Gobierno anunció ayer que, de momento, sólo será obligatorio el uso del casco en ciudad para los ciclistas menores de edad.
Así, en el caso de los adultos, la implantación de la obligatoriedad del casco en zona urbana estará supeditada a las conclusiones de la Comisión de Seguridad Vial del Congreso, que abrirá un debate en otoño con expertos antes de tomar una decisión.
Fernández Díaz subrayó que a fecha de hoy, el número de personas fallecidas en accidentes de tráfico ha disminuido en un 19 por ciento en comparación con las cifra del año anterior, que cerró con 1.304 muertes, la más baja desde 1960, cuando el parque de vehículos estaba lejos de alcanzar el actual.
En total, incluyendo peatones, ciclistas y vehículos, un 54% de los accidentes con víctimas y un 22% de los fallecidos por accidente de tráfico en el año 2010 en España tuvieron lugar en zona urbana.
El responsable de Interior destacó que la reducción de la siniestralidad en las carreteras y el aumento de la seguridad en todas las vías son las bases sobre las que se asienta la reforma, cuya tramitación parlamentaria podría concluir a finales de año. Las asociaciones de automovilistas tienen, sin embargo, una opinión diferente, pues criticaron el "giro recaudatorio y la inoportunidad" del anteproyecto de Ley.
reacciones Así, el director de Seguridad Vial del RACE, Tomás Santa Cecilia, calificó de "desproporcionada" la duplicación de las multas al circular bajo los efectos del alcohol y propuso "otro tipo de herramientas" para luchar contra el consumo, como el fomento de alternativas de ocio para los jóvenes. Por su parte, las asociaciones de víctimas de tráfico celebraron la aprobación del anteproyecto de Ley, ya que, dijeron, supone "una nuevo paso" a la conducción sin alcohol.
El presidente de la asociación estatal de víctimas de accidentes Dia, Francisco Canes constató igualmente "cada vez son menos los conductores que se atreven" a coger el coche después de haber consumido alcohol o drogas. También valoraron la prohibición de los detectores de radar.