Donostia. Los montañeros, todos ellos muy experimentados, son Andoni Areizaga, de 49 años y sargento del cuerpo de Bomberos de Donostia; Iñaki Cuéllar, de la misma edad y trabajador en una empresa de seguros; Josi Hernández, de 43, profesor en Armeria Eskola de Eibar; y Bernard Doumerq, de 60, natural de Argelès, una pequeña localidad de los Pirineos cercana a Lourdes.

Los cuatro eran expertos montañeros y venían precisamente de disfrutar de las nieves de Chile, país al que se habían trasladado para practicar esquí de travesía, al que eran apasionados. Por este motivo viajaban desde Burdeos en dirección a Donostia a las 20.00 horas del pasado sábado, cuando la furgoneta Volskwagen que conducía Bernard Doumerq se empotró contra un camión parado en la carretera, poco después del peaje de Benesse-Maremme, cerca de Capbreton. Al parecer, a otro vehículo pesado se le cayó una rueda de repuesto y un camionero paró para retirarla. Según algunas informaciones, no tuvo tiempo de hacerlo ya que la furgoneta de los montañeros chocó contra la rueda de la calzada, que le sirvió de trampolín para impactar contra uno de los camiones.

Tanto el montañero francés como otro de los ocupantes fallecieron en el acto mientras que los otros dos lo hicieron horas después en los hospitales de Burdeos y Baiona, a donde habían sido trasladados.

Los cuerpos de los tres fallecidos donostiarras no podrán ser repatriados con rapidez, como desean sus allegados, a causa de la burocracia motivada porque el siniestro se ha producido en Francia. Algunos confían en que los fallecidos puedan llegar hoy a Donostia, pero otros creen que el traslado no será antes de mañana.

alcoholemia negativa Tras el trágico siniestro, que fue atendido por miembros de la gendarmería de las autopistas francesas, así como los Bomberos, se practicaron pruebas de alcohol y drogas, que resultaron negativas.

Los tres fallecidos donostiarras tenían hijos. Andoni Areizaga era padre de una chica de 14 años mientras que Josi Hernández e Iñaki Cuéllar tenían dos hijos cada uno. Todos ellos eran muy conocidos en sus barrios de origen, El Antiguo e Intxaurrondo, y apreciados en su entorno.

Los cuatro montañeros eran expertos en esquí de montaña y formaban parte del equipo impulsor de la carrera Altitoy, la prueba de esquí de montaña más importante del Pirineo, de la que Areizaga era director y los demás, asiduos colaboradores. Esta prueba, que se desarrolló por última vez en abril en el entorno de las estaciones pirenaicas de Luz Ardiden y Barèges ha sido la primera puntuable para la Grande Course 2013-2014, una competición internacional que incluye otras como la Piedra Menta, la Patrulla de los Glaciares y el trofeo Mezzalana.

Areizaga fue el precursor del esquí de alta montaña en Euskal Herria y Altitoy era la prueba que unía sus dos pueblos: Luz Saint Sauveur y Donostia, según recuerdan miembros del Club Vasco de Camping. Iñaki Cuéllar era trazador de huella en esta carrera y Josi Hernández participaba también en ella, al igual que Bernard Doumerq, que colaboraba en la organización del acontecimiento en el lado francés.