El hombre protesta
Jokin Elarre, se ha convertido casi en un imprescindible de toda reivindicación popular en Pamplona
eN contra de los recortes en salud y de las pensiones, en las manifestaciones y ruedas de prensa de Kontuz!, en apoyo a los afectados por los desahucios, con el muro popular por la desobediencia, en contra de la guerra en Siria... y así hasta decenas de causas son las que respalda el pamplonés Jokin Elarre, que se ha convertido en una de los incondicionales en el movimiento social de la capital navarra de los últimos años. Su característico bigote, sus gafas y la txapela propician además que su presencia no pase inadvertida.
Su actividad reivindicativa se aceleró hace ahora dos años, cuando después de haber trabajado 33 años en la banca y 15 como abogado, se jubiló. Ahora, con 64 años dice tener el tiempo necesario para hacerse cargo de las "responsabilidades familiares (tiene una nieta) y reivindicativas" y defiende la necesidad de salir a la calle para protestar por todas aquellas cuestiones que ahondan en la lucha de clases. "Con solo 13 años daba mítines encima de las mesas de los bares en contra de la llamada Transición", sostiene Elarre, que ahora ve "una obligación" seguir reivindicando aquello que considera justo.
Elogiado por muchos por su implicación, es consciente de que su presencia puede resultar excesiva para otros, pero defiende que representa en las diferentes protestas a un sector concreto. "Ya sé que estoy más visto que el tebeo pero por entender que lo que hago es de obligado cumplimientono puedo ni debo dedicarme a otras cosas", afirma Elarre que añade que "cuando haya algún internacionalista que vaya en lugar de mi a las concentraciones en contra del imperialismo, me retiraré; cuando haya algún jubilado que vaya a las concentraciones en contra de los recortes de las pensiones en mi lugar, me retiraré; y así sucesivamente".
Mientras, no duda de que hay que seguir dando la pelea en la calle para hacer ver el descontento social que generan las decisiones políticas que se toman en contra del Estado del bienestar. "Apoyo todas las protestas que sirvan para apoyar el viejo lema de la lucha de clases", asegura Elarre.
Entre protesta y protesta, durante estos dos años jubilado, Elarre también ha sacado tiempo para convertirse en campanero de la catedral, oficio que le acerca también a los ciudadanos porque, tal y como confesó, "las campanas de la catedral de Pamplona fueron el Twitter de la Edad Media, y hay que conservar eso".