Los vecinos de Pasaia afectados por el fuego disponen de pisos gratuitos durante seis meses

donostia. Una semana después del sobrecogedor incendio que sacudió Trintxerpe, las llaves de las viviendas ofrecidas por el Gobierno Vasco ya están disponibles para las 42 familias que se han quedado sin hogar en el distrito pasaitarra. Será a partir de esta semana cuando se produzcan los realojos, que no supondrán coste alguno para las familias, al menos, durante los primeros seis meses, según explicaron a este periódico fuentes del Gobierno Vasco.

El fuego arrasó durante la madrugada de Año Nuevo los pisos superiores de los bloques 5 y 7 de la calle Euskadi Etorbidea. Desde entonces, los afectados están repartidos en casas de allegados y realojados en el hotel Lintzirin de Oiartzun. Está previsto que hoy todos ellos reciban información del acuerdo alcanzado entre el Consistorio y Lakua.

La directora general de Alokabide, Empleo y Políticas Sociales, Irune Berasaluze; técnicos del área de Arquitectura de Visesa, la sociedad pública de vivienda y suelo de Euskadi, así como representantes del Consistorio de Pasaia participaron ayer en el encuentro, en el que se hizo entrega de las llaves. No obstante, el Ayuntamiento se ha propuesto realizar un listado detallado de las necesidades de cada familia antes de autorizar los primeros traslados.

Los realojos se realizarán por el momento en "zonas periféricas" a Trintxerpe. En concreto, los traslados se van a realizar a los barrios donostiarras de Morlans e Intxaurrondo, así como a los municipios de Errenteria, Hernani e Irun. La prioridad sigue siendo ubicar a las familias en Pasai Antxo, tal y como se comprometió el viernes pasado el consejero de Asuntos Sociales, Juan María Aburto, pero estos pisos por el momento no están listos.

Se trata de unas 60 viviendas sin adjudicar que no podrán ser habitadas "hasta el próximo mes de marzo" porque tienen pendientes algunos permisos administrativos. Llegada la fecha, todas las personas que lo deseen podrán alojarse en estos pisos de promoción próximos a los hogares en los que hasta ahora residían los afectados.

La oferta de Alokabide consiste en "seis meses de alquiler sin el pago de ningún tipo de renta" tras los cuales se llevará a cabo una "revisión" de la situación patrimonial. Según precisan desde el Gobierno Vasco, dicha actuación no tiene por qué conllevar "obligatoriamente" el pago de la renta", puesto que el objetivo pasa por estudiar cada caso.

El Ayuntamiento de Pasaia, que sigue realizando una labor de campo para conocer la radiografía real de necesidades surgidas tras el incendio, se ha comprometido a facilitar al Ejecutivo autonómico durante esta semana un detallado listado de la situación de cada familia. Una vez cotejada esta información, se procederá al realojo.

el futuro de los edificios La suerte que correrán los inmuebles devorados por las llamas sigue siendo una incógnita. Técnicos municipales elaboraron la semana pasada un informe inicial sobre el estado en el que se encuentran las casas incendiadas, un estudio que pusieron a disposición de los afectados.

Esta semana los vecinos dispondrán también del estudio realizado por los bomberos. Con esta información se valorará, en común acuerdo con los propietarios, si se derriban o no los inmuebles.

El arquitecto municipal ya informó a los afectados la semana pasada que, en el supuesto de que los edificios continúen en pie, será preciso colocar un toldo a cargo de los residentes para evitar que, pasado el tiempo, el edificio se venga abajo.

En un comunicado posterior, la alcaldesa de Pasaia, Amaia Agirregabiria, se propuso realizar una labor de mediación debido a los "problemas" que venían registrándose entre vecinos y aseguradoras.

En caso de derribo, el nuevo proyecto de construcción podría realizarse sin cargo alguno para las familias que se han quedado sin hogar. Así lo expresaron ayer los técnicos del área de Arquitectura de Visesa presentes en el encuentro, en una operación similar a la llevada a cabo con las 25 familias que perdieron su casa en el incendio registrado en el casco viejo de Bermeo.