pamplona - Julen Madariaga, uno de los fundadores de ETA, ha sentido la necesidad de reunir "antes de morir", sus memorias de militante histórico en la organización terrorista, y también las de su disidencia, que culminó con su alejamiento definitivo de los postulados de la banda.
Madariaga (Bilbao, 1932) presentó ayer en San Sebastián su libro escrito en euskera Egiari zor (En deuda con la verdad), una autobiografía que parte de sus orígenes vitales para detenerse en los avatares que rodearon a la creación de ETA y su desarrollo. También se extiende en su antigua trayectoria como disidente, que arranca en los primeros años 80 y culmina con la fundación de Aralar, en cuya creación participó.
"Necesitaba hacerlo antes de morir", confesó Madariaga, quien destacó que algunos de los que fundaron ETA con él, como José María Benito del Valle, fallecieron sin dejar escrito su relato de aquellos acontecimientos, lo que a él le producía "un gran pesar". Madariaga explicó que en su relato ha intentado -"no sé si logrado"- incluir a todas las sensibilidades que actuaban y chocaban en el seno de ETA y la izquierda abertzale desde su creación y ha tratado de diferenciar a la "organización" de sus "militantes", entre quienes "había de todo". - Efe