El holandés Boyan Slat era un adolescente cuando concibió la manera de limpiar de plásticos los océanos. A los 21 años, logró reunir mediante financiación popular los 1,8 millones de euros para empezar la tarea y ahora acomete el primer paso: la elaboración de un mapa de desechos en el Pacífico.
Para componer este plano, Slat ha reunido una flota de treinta barcos que recorren actualmente las aguas entre Hawai y la costa oeste de EEUU para cuantificar la presencia de residuos a lo largo de 3,6 millones de kilómetros cuadrados, según su fundación, The Ocean Cleanup. Los primeros barcos, que partieron el día 2 desde Honolulu, llegarán a San Francisco en torno al 23 de agosto, y si la expedición tiene éxito, habrá "recogido más datos en tres semanas que en los últimos 40 años". Esta misión sirve de preparación para la limpieza a gran escala de la denominada "gran mancha de basura del Pacífico" norte, que está previsto que comience en 2020.
El concepto de Slat es: "En vez de ir a buscar la basura al mar, que sea el mar quien traiga la basura", tal como afirmó en la web de difusión de ideas TEDxTalks. Para ello, propone instalar en zonas estratégicas barreras flotantes que atrapen el plástico atraído por las corrientes , con el consiguiente ahorro de energía y sin perjuicio para la fauna acuática. Una vez recogidos, los residuos serían succionados por plataformas capaces de absorber 65 metros cúbicos diarios de material y reciclados, lo que un barco recogería en 45 días. Slat considera que el plástico es un problema global y los estudios que maneja aseguran que cada año se arrojan al mar ocho millones de toneladas de este material. Un millón de aves marinas y cien mil mamíferos acuáticos mueren anualmente a causa de esta polución, que pone en riesgo la supervivencia de más de cien especies.
Según The Ocean Cleanup, un tercio de los desechos plásticos marinos se concentran en la gran mancha de basura del Pacífico, una acumulación de casi millón y medio de kilómetros cuadrados. Hasta hace poco, se estimaba que, si se empleaban barcos para recolectar la basura de los océanos, se tardaría 79.000 años en descontaminar las aguas, y con un coste de decenas de miles de millones de dólares. Sin embargo, según un estudio de The Ocean Cleanup secundado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la invención de Slat podría retirar la totalidad de estos residuos en solo 10 años.
La fe del holandés en su idea le llevó a abandonar los estudios de Ingeniería Aeronáutica a los 19 años para centrarse en su proyecto y a fundar en 2013 The Ocean Cleanup, que cuenta con unos 25 empleados y más de 100 voluntarios. En junio de 2014, con la ayuda del casi centenar de científicos e ingenieros que se sumaron a su causa, publicó su estudio. Su charla Cómo los océanos pueden limpiarse a sí mismos, en TEDxTalks, tuvo un fulminante éxito que culminó, en septiembre de 2014, en el mayor micromecenazgo con fines no benéficos de la historia: 1,8 millones de euros de 38.000 mecenas procedentes de 160 países. Dos meses después, la ONU recogió su labor y le otorgó uno de los galardones Campeones de la Tierra.
Actualmente, Slat, que ha sido calificado como "el salvador de los océanos", trabaja en la construcción de los primeros 100 kilómetros de barrera flotante en el Pacífico. Según The Ocean Cleanup, los dos primeros kilómetros empezarán a funcionar en aguas japonesas en 2016.