Seis días de silencio de Arantza Quiroga complican su liderazgo en el PP vasco
VITORIA. El silencio que mantiene desde hace seis días la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, tras verse obligada a retirar una iniciativa en la que rebajaba sus exigencias de condena de la violencia, complica cada vez más su liderazgo al frente de los populares en Euskadi.
Así lo reconocen algunos miembros del partido que no se explican cómo Quiroga ha desaparecido desde el pasado miércoles, cuando retiró su polémica ponencia de Libertad y Convivencia y no ha mantenido desde entonces ningún contacto, ni siquiera con los dirigentes de su partido.
Su jefe de prensa tampoco atiende las llamadas desde hace seis días, una situación insostenible que hoy tratará de ser reconducida en la Junta Directiva que celebra este mediodía el PP vasco en la sede de Vitoria.
La secretaria general en Euskadi, Nerea Llanos, ha decidido convocar esta reunión, que aunque sobre el papel tiene carácter ordinario puesto que esta cita se celebra habitualmente todos los lunes -aunque no siempre de forma presencial-, en esta ocasión cobra una relevancia excepcional por la gravedad de la crisis que vive el partido.
En ella se analizará la continuidad o no de Arantza Quiroga al frente de la formación, un liderazgo que se complica tras haberse visto desautorizada primero por el presidente del partido en Álava y ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, quien le advirtió públicamente de que no se puede renunciar a exigir la condena expresa del terrorismo de ETA como ella proponía.
De hecho, EH Bildu dijo ver con buenos ojos esa iniciativa, lo que hizo saltar en el PP todas las alarmas, máxime cuando la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) también censuró sin reparos la propuesta.
Pero ayer, el presidente del PP de Gipuzkoa, Borja Sémper, fue aún más lejos y, además de denunciar la "torpeza" con que se había gestionado esa iniciativa parlamentaria, llegó a decir a Quiroga que cuando un político "recibe un portazo" o cuando su propuesta "es rechazada" no es "el momento de desaparecer".
Sémper admitió incluso sentir "vergüenza ajena" por el "espectáculo" que está dando el PP en los últimos días.
Por eso los máximos representantes populares en Euskadi tratarán de recomponer la situación y decidirán el camino a seguir ante la espantada de su presidenta, que en principio se iba a reunir hoy en Madrid con la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, para hablar de su futuro.
Con dos plenos en el Parlamento Vasco esta semana, el jueves uno ordinario y el viernes de control al Gobierno, y una intensa agenda política para preparar las elecciones generales en Euskadi, el futuro de Quiroga ahora mismo pende de un hilo y algunos de sus compañeros creen que no lo tiene fácil para volver, a pesar de que públicamente dicen apoyarla.
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