Aumenta la incidencia de bronquiolitis en menores por virus respiratorio sincitial

Asimismo, explicaron que “el virus respiratorio sincitial es la causa más frecuente de infección respiratoria del tracto respiratorio inferior (bronquiolitis y neumonía)” en la población infantil. De hecho, en el 66% de los menores hospitalizados por bronquiolitis el agente causal es este virus. El Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra también apuntó que “más del 95% de los niños son infectados antes de los 2 años de edad, y más del 50% presentan una reinfección cada año”. Y es que, agregó, “la infección no deja inmunidad completa y duradera”, por lo que un paciente puede ser reinfectado y padecer “varias veces” esta inflamación, “generalmente de otro grupo o subgrupo”.

la onda no ha terminado Como explicaron desde la sección de Intervención Epidemiológica y Vacunaciones, “la onda epidémica de esta temporada está siendo superior a la de años anteriores”, pero ésta todavía no ha acabado -la onda epidémica anual abarca de octubre a abril- y, por tanto, “lo que ahora parece que son más casos igual a final de temporada acaban siendo menos, pero inicialmente parece que la onda es mayor”.

El virus respiratorio sincitial se trasmite “por contacto con las secreciones respiratorias o los objetos contaminados por éstas”. El periodo de incubación es de 2-8 días y el de transmisión comienza a partir de la tercera jornada desde la infección y se prolonga durante 6-10 días, si bien a veces puede durar hasta 3 ó 4 semanas.

En cuanto los síntomas clínicos, expusieron que “existe un período de incubación de cuatro a seis días, caracterizado por un cuadro catarral con rinorrea, faringitis, otitis... Posteriormente, tras uno a tres días de tos seca, fiebre o febrícula llega el período de estado con tos, dificultad para respirar y deterioro del estado general, con una duración de cinco a siete días. La dificultad respiratoria puede ser de intensidad creciente, llegando a su máxima expresividad en 24-48 horas y posteriormente presenta una mejoría gradual”.

¿Cómo prevenirla? El Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra incidió en la importancia de adoptar una serie de medidas profilácticas para evitar la infección y transmisión de este virus. Así, consideró que el niño afectado de bronquiolitis no debe acudir a la guardería o escuela, ni tampoco a fiestas infantiles o a lugares donde puedan coincidir niños de corta edad, hasta pasados 10 días desde el inicio de los síntomas. También recomendó evitar compartir la habitación con hermanos menores de tres años y unas pautas de higiene como lavarse las manos antes y después del contacto con las secreciones de los niños o con objetos contaminados por éstas, usar pañuelos desechables, limpiar a fondo los juguetes y no utilizar aquellos que hayan sido tocados por otros bebés o mayores enfermos, además de evitar compartir el chupete con otros hermanos.

A pesar de que la bronquiolitis se produce principalmente en niños y niñas pequeños, también afecta a las personas mayores, si bien “la incidencia de la enfermedad y la gravedad descienden con la edad”, indicaron las mismas fuentes sanitarias.

algunos apuntes

Factores de riesgo. El Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra señaló que existen factores de riesgo para desarrollar bronquiolitis inducida por virus respiratorio sincitial: “más frecuente en niños que en niñas, edad 3-6 meses, ausencia de lactancia materna, pertenencia a familias numerosas, tabaquismo materno, ir a guardería y nacer entre los meses de abril y septiembre”.

Afecta sobre todo a bebés. Desde la Asociación Navarra de Pediatría (Anpe), explicaron que afecta “sobre todo a niños pequeños, a los menores de un año, porque tienen un pulmón más inmaduro y tienen un bronquio con más posibilidad de que se obstruya”. Asimismo, señalaron que “el problema es que, cuanto más pequeños son los niños, más graves pueden llegar a ser las bronquiolitis, pero a su vez los tratamientos son menos eficaces”.

Síntomas. Produce dificultad para respirar, de manera que se les hunden las costillas a la hora hacerlo, tos continua y cada vez más seca, dificultad para comer las tomas, se muestran inquietos para dormir, puede darles fiebre... La Anpe recordó que “cuanto más pequeño es el niño hay que pensar que ese catarro hay que valorarlo”.

Tratamiento. Desde el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra señalaron que “como es una enfermedad vírica no tiene un tratamiento específico. Tiene un tratamiento más sintomático, con antitérmicos, broncodilatadores, medicamentos que controlan la enfermedad y que evitan los síntomas, pero no tenemos un tratamiento contra el virus causal”.