PAMPLONA. El abogado sevillano Manuel Castaño Martín llegó, vio y se fue. Este letrado, que asumió este martes al mediodía la defensa de dos de los cinco jóvenes sevillanos encarcelados por la violación en grupo de una joven madrileña en los pasados Sanfermines, renunció la misma tarde en la que fue designado. Conviene recordar que Castaño tomaba el relevo de la abogada navarra Carmen Sala, que accedió a la defensa el 7 de julio cuando estaba de guardia en el turno de oficio y fue contratada para este caso. La letrada renunció la pasada semana por discrepancias con el resto de abogados.

Hasta ayer al mediodía, los dos acusados, Ángel B.F. y Jesús E.D., no habían nombrado abogado y, por ello, el Colegio de Pamplona les designó dos de oficio. Pero Castaño se personó en el juzgado y, a la tarde, después de que se anunciara su nombramiento y, junto a él, se difundiera parte de su biografía, remitió un escrito en el que renunciaba al caso. Este abogado tiene un currículum curioso. Fue candidato a presidir el Betis, es mano derecha del expresidente Lopera y en 1984 fue condenado por tenencia ilícita de armas cuando era un ultraderechista de Fuerza Nueva y ya estaba rehabilitado de una condena anterior por el incendio frustrado de un local de CCOO en Huelva.