MADRID. Walter Murch, montador de películas como Apocalypse Now, El paciente inglés o El padrino, creador del diseño de sonido y teórico del cine, comentó con Efe que, cuando en el futuro se mire al cine de hoy, con perspectiva, "nos parecerá un periodo extraño" en el que "pasan cosas raras".
"Dentro de diez años volveremos la vista a los últimos 20 años y nos preguntaremos por qué había tanta gente con ropa de cuero brillante llevando máscaras. Hay tantas imágenes en las que no se le ve la cara al actor...", se lamentó este septuagenario que ha ganado tres Óscar y es parte de la historia viva de Hollywood.
Murch habló con Efe de sus treinta y tantos años de profesión en Madrid, donde se encuentra invitado por la escuela madrileña de guionistas (ECAM) para impartir una serie de seminarios formativos. En su opinión, esa visión es consecuencia de la "McDonalización" del cine: "El objetivo a nivel económico es hacer películas que den lugar a secuelas para asegurarte que el espectador vuelva, y vuelva y planear tu futuro financiero. Son muchos los ejemplos", apunta.
Y añade que "el mensaje de algunas de las películas de hoy, curiosamente, es anticapitalista mientras la estructura es tremendamente capitalista. Son dos dinámicas enfrentadas y nosotros estamos como en medio".
"Así que no tenemos perspectiva pero, cuando pasen los años, nos parecerá un periodo extraño de arte medieval. Tan chocante como la paloma que ponía la iglesia encima de las cabezas. Es difícil que lo percibamos porque estamos inmersos en este momento, pero desde luego hay cosas raras que están pasando".
Colaborador habitual de Francis Ford Coppola, Murch fue el primer cineasta en usar el diseño de sonido en una película. Lo hizo para Apocalypse Now (1979) y ese fue su primer Óscar. 17 años más tarde, la Academia le concedió otros dos, montaje y sonido por la misma película, El paciente inglés, de Anthony Minghella, siendo el primero en lograrlo.
De aquella película se dijo que fue prácticamente rehecha en la sala de montaje, pero Murch puntualiza que aquel trabajo suyo "no fue sino la extensión del rodaje". "Fue fruto de un proceso muy complicado. Tuvimos que reeditar el 75% de las transiciones que salen porque eran diferentes a las de la novela. Pero sin duda la esencia del filme es la novela en la que se basaba y Minghella la reinventó. Aquello fue lo esencial", afirmó.
Aunque su nombre y su cara no son populares, Walter Murch (Nueva York, 1943) está en la historia del cine: Apocalypse Now y El paciente inglés, las partes I y II de El padrino, -también de Coppola-, K-19: The Widowmaker, de Katryn Bigelow; American Graffiti, THX 1138, ambas de George Lucas. "Trabajar con estos directores fueron enormes golpes de suerte", declaró. Y explicó que un equipo de cine "es como un cuerpo humano; que necesita todos sus órganos".