donostia - Los visitantes que acudan a Baiona el fin de semana de las fiestas de la capital labortana tendrán que pasar por caja si quieren acceder al recinto festivo. El tribunal administrativo de Pau rechazó ayer la suspensión cautelar que solicitaban los recurrentes de esta medida mientras la justicia entraba en el fondo de la cuestión. Las fiestas, que comienzan el próximo 25 de julio, estrenarán así un sistema de recaudación muy poco habitual en nuestro entorno.
El alcalde de Baiona, Jean-René Etchegaray, había advertido antes de la decisión municipal, el pasado 7 de junio, de que los gastos de seguridad en los dos últimos años se habían incrementado en casi 500.000 euros, sobre todo tras los atentados contra la redacción de Charlie Hebdo en enero de 2015, en el que fueron asesinadas doce personas, y los atentados de París en noviembre del mismo año, que dejaron unos 130 asesinados.
El también presidente de la Mancomunidad de Iparralde aseguró que las fiestas, que atraen a casi un millón de personas, cuestan alrededor de 2,1 millones de euros: “No es lógico que el coste de las fiestas recaiga sobre los baionarras que acogen a cerca de un millón de visitantes durante cinco días”.
Esta razón llevó a la Corporación a instaurar una tasa de ocho euros que los visitantes tendrán que abonar en uno de los diez puntos que desde el viernes al mediodía y hasta el domingo se instalarán para acceder al recinto festivo, en torno a Baiona Ttipia y sus alrededores. Esta medida, mantuvo el primer edil, permitirá “hacer frente a los cada vez mayores costes de seguridad y garantizar la sostenibilidad de las propias fiestas”.
No lo han entendido así los tres recurrentes que han llevado la decisión a los tribunales. Uno de ellos es Joé Mendes, simpatizante del Partido Socialista -que ni ha bendecido ni criticado el recurso-, que ayer confió en una próxima resolución a su favor. Según recogen en su recurso de 39 páginas, la medida municipal, además de coartar la libertad de movimientos, puede perjudicar a los comerciantes de la zona acotada, algo que exige un mayor estudio de impacto que el que, a su entender, ha realizado el Ayuntamiento.
Esta tasa, que deja fuera a los vecinos de la capital labortana y a los menores de 14 años, también generó división entre asociaciones y peñas de la ciudad, que entienden que la tasa es contraria al “carácter popular y universal” de los festejos, que surgieron hace más de 80 años inspirados por los sanfermines de Iruñea.
No obstante, la jueza Karine Buteri desestimó la petición cautelar de suspender la tasa porque entiende que no hay dudas legales que aconsejen tomar esta resolución. Aun así, y tras una deliberación que puede durar entre un año y año y medio, Mendes confió en declaraciones a Mediabask en que cuando los tribunales entren al fondo del debate, den la razón a los recurrentes y las fiestas de Baiona, que este año se celebrarán del 25 al 29 de julio, queden en 2019 libres de pago.