- Gobierno de Navarra y EH Bildu avanzan en la negociación presupuestaria, cada vez más cerca del acuerdo. Ambas partes mantuvieron ayer un nuevo encuentro en el Palacio de Navarra para contrastar posturas, y aunque de la cita no salió nada concreto, ambas partes mostraron una cercanía evidente. "Valoramos positivamente la posición del Gobierno de Navarra para alcanzar un acuerdo con EH Bildu", explicó satisfecho tras la reunión el portavoz de la formación abertzale, Adolfo Araiz.

En la tarde de ayer el Ejecutivo también estuvo con una representación de Navarra Suma, aunque fue un encuentro más de corte protocolario que de negociación propiamente dicha. La derecha de momento mantiene su oferta, que pasa por una abstención gratuita siempre y cuando el Gobierno no acuerde con EH Bildu. Hacienda evitó hacer ninguna valoración pública sobre las reuniones con los dos grupos de la oposición.

El Ejecutivo foral tiene previsto presentar el anteproyecto de presupuestos en apenas 15 días, el 4 de noviembre, por lo que el acuerdo, al menos en sus líneas generales, debería quedar perfilado la semana que viene. Ayer, en el encuentro con EH Bildu ambas partes quedaron en seguir hablando una vez que los distintos departamentos concreten sus prioridades de gasto para el próximo año, en el que la pandemia y sus consecuencias sociales volverán a recibir una atención prioritaria. Hay coincidencia en estos objetivos principales, pero la formación soberanista también quiere realizar aportaciones concretas de carácter sectorial a las distintas partidas del presupuesto.

Son detalles que quedan para perfilar más adelante. El deseo del Gobierno sigue siendo aprobar el texto en tiempo y forma, y tampoco quiere que el debate presupuestario se enrede en exceso en medio una situación sanitaria cada vez más complicada y descontrolada. Así que la apuesta pasa por cerrar un acuerdo lo antes posible, aunque sin descartar ningún aliado.

De hecho, se mantiene abierta la opción de Navarra Suma. Una puerta que difícilmente se cerrará antes del debate sobre el estado de la Comunidad previsto para la semana que viene, al que el Gobierno quiere llegar con un llamamiento al consenso parlamentario ante la gravedad de la crisis. Así que prefiere no dar argumentos añadidos a Javier Esparza, con quien se mantiene por ahora el diálogo.

La prioridad en cualquier caso sigue siendo EH Bildu. Entre otras cosas porque aceptar la abstención que plantea Navarra Suma indirectamente implica dejar al Ejecutivo de Chivite sin su principal aliado para los próximos meses. Lo que en la práctica, como ya advertía Uxue Barkos este mismo lunes, supone una inestabilidad parlamentaria poco recomendable en las circunstancias actuales.

Hay sin embargo diferencias todavía entre el Gobierno y quien ha sido hasta ahora su socio principal, fundamentalmente en el ámbito tributario. EH Bildu apuesta por revisar a fondo las bonificaciones en el Impuesto de Sociedades, eliminar las desgravaciones a los planes de pensiones y aumentar la tributación en el IRPF a las rentas altas.

La formación abertzale asume que no hay margen para ninguna revolución tributaria, por lo que ha rebajado su proposición de ley que ya presentó en el Parlamento, y que no logró mayoría para su aprobación. Pero reclama mayor ambición al Gobierno, que plantea la supresión de Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y una modificación de la tributación por módulos para los autónomos. Dos propuestas que EH Bildu no ve mal, pero que quiere ampliar a otros impuestos para aumentar la recaudación. El Gobierno en cambio prefiere no tocar nada más. Y aunque las posturas siguen distantes, las dos partes se emplazaron a un intercambio de propuestas para buscar un punto de encuentro.

El acuerdo parece así probable en lo que se refiere al capítulo de gastos de los departamentos. Y algo más difícil al de ingresos. Dos cuestiones que se tramitarán por separado, por lo que no están necesariamente vinculadas. Podrían aprobarse con mayorías diferentes, como ya ocurrió el pasado año.

No obstante, la intención del Gobierno sigue siendo un acuerdo global que permita aprobar el presupuesto, y que aporte también estabilidad durante el próximo año. La incertidumbre que todavía ofrecen la pandemia, la gestión de los fondos europeos y el desarrollo del plan para la recuperación económica requieren una mayoría lo suficientemente sólida que evite mayores dificultades a las ya conocidas. Es lo que queda por perfilar en los próximos días en una discusión que tiene mucho de voluntad política y no tanto de debate de fondo sobre un presupuesto que antes de dar sus primeros pasos ve ya cómo las nuevas medidas de restricción sanitaria amenazan toda la previsión macroeconómica.

Coordinación. La presidenta María Chivite valoró ayer el asesoramiento y apoyo al Gobierno en su trabajo por la recuperación económica por parte de la Corporación Pública Empresarial de Navarra, que cuenta con un papel "especialmente relevante" en el desarrollo de los planes Reactivar Navarra y Next Generation. Chivite hizo estas consideraciones en comisión parlamentaria a petición propia y en cumplimiento de la ley para informar sobre el nombramiento del nuevo responsable de la CPEN, Francisco Fernández, en la que intervinieron también el propio Fernández y la consejera de Hacienda, Elma Saiz. La presidenta destacó que la CPEN tiene "un papel especialmente relevante en estos momentos", pues entre sus funciones están la de asesorar y apoyar al Gobierno en lo relativo al Plan Reactivar Navarra y en la gestión de los proyectos a los fondos europeos del Plan Next Generation.

"Valoramos de forma positiva la disposición del Gobierno foral para negociar con EH Bildu"

Portavoz de EH Bildu