Nunca un café pudo resultar tan amargo. La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra juzga este miércoles a un guardia civil, perteneciente a la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Navarra, al que la Fiscalía y la acusación particular le acusan de un delito de detención ilegal por funcionario público después de que arrestara a una camarera de una gasolinera, con la que discutió porque el café no era de su agrado. Le piden una multa de 2.160 euros y que sea inhabilitado durante nueve años. Además, le reclaman que indemnice a la víctima con 1.000 euros por daño moral.

Los hechos ocurrieron sobre las 22.30 horas del 27 de julio de 2019 cuando el acusado, guardia civil desde 2005, actuaba como mando de la unidad y llegó junto a su compañero a la estación de servicio de Acciona en la A-12, en el término de Legarda. Allí entraron al bar y pidieron unos cafés. Según relata la Fiscalía, "al no ser de su agrado el café, discutió con la camarera y encargada, que estaba atendiendo al resto de clientes".

Tampoco le convencía ni la hoja de reclamaciones ni el carnet de conducir

No se quedó con la mera protesta. Solicitó la hoja de reclamaciones, entrando en una discusión con ella para que se la entregase de inmediato. El acusado consideró que dicha hoja no era la correspondiente y le pidió el DNI y la mujer le entregó el permiso de conducir. El guardia insistió en que esa hoja no era la correcta y consideró insuficiente la identificación con el carnet.

La camarera siguió trabajando, pero el procesado la llamó, hizo que saliese del exterior a la vista que el resto de clientes estaban viendo lo que sucedía y "con abuso de autoridad, diciéndole que estaba faltando al respeto, procedió a detenerla sobre las 22.45 horas y a meterla en el coche patrulla. La trasladó al cuartel de Puente la Reina, esposada y en calidad de detenida. Permaneció arrestada hasta las 2.00 horas, cuando se le tomó declaración y quedó en libertad. Como consecuencia de ello, la víctima sufrió ansiedad.

El asunto trató de solucionarse durante la instrucción de la causa con un procedimiento de mediación penal, pero no tuvo éxito y por eso llega a juicio. En principio, se descarta cualquier posibilidad de acuerdo ya que el agente, en caso de ser condenado por dicho delito, quedaría inhabilitado para cualquier trabajo similar durante un periodo relevante de tiempo.