Somos las chachas del Complejo Hospitalario

Me siento desprotegida, discriminada, desilusionada, desesperada e impotente, invisible y mal pagada

Vivimos un ultraje por parte del Gobierno de Navarra

Somos un colectivo invisible que está abandonado por el Gobierno de Navarra, que denigra y ningunea a sus propios trabajadores

Se falta al respeto a nuestro trabajo, me siento como una mierda por la injusticia laboral que sufrimos los TCAE

Somos héroes olvidados, un gremio maltratado pese a que somos un pilar básico en los cuidados de enfermería

as técnicas de enfermería están hartas. Y con razón. Ni siquiera una pandemia en la que se han dejado las manos, los nervios y a veces la vida ha servido para que el Gobierno de Navarra haga justicia con ellas y les reconozca, por lo menos, lo que les debe. ¿El qué? Un salario acorde a su nivel de estudios -Técnicos de Cuidados de Enfermería, TCAE, un módulo de FP- y su desempeño profesional como un eslabón "clave" en el cuidado del paciente. Pero también la carrera profesional, un complemento salarial al que tienen derecho desde 1992, pero que ningún Gobierno se lo ha desarrollado y por tanto no cobran, a diferencia de los médicos y las enfermeras con los que comparten turno en los hospitales.

Por eso el Sindicato de Técnicos de Enfermería, Sae Navarra, convocó una protesta este miércoles frente a las puertas del Parlamento foral para reclamar que el Gobierno ponga fin a este injusto agravio que en 2019 denunció el Defensor del Pueblo.

El sindicato, encabezado por Begoña Ruiz, se acercó hasta las puertas de la Cámara para entregar a los parlamentarios un ejemplar en el que ha reunido el medio millar de quejas recogidas entre las técnicas de enfermería. "Leerlas ha sido desolador", apuntó Ruiz, que cree que el Gobierno "está cometiendo un ultraje con el colectivo, que parece invisible, y que padece continuos agravios comparativos respecto a compañeros tanto en Navarra como en otras comunidades autónomas".

Las auxiliares de enfermería sufren todos los males del resto de sanitarios, pero suman otros exclusivos de su condición. A las elevadas cargas de trabajo, ratios que no corresponden con las necesidades asistenciales, precariedad laboral y exceso de eventualidad añaden la falta de reconocimiento profesional, un desdén continuo hacia su labor, que es básica y sin la que no funcionaría el hospital. "Nos sentimos desprotegidos, discriminados, impotentes, invisibles e infravalorados", subraya Ruiz. Sirva un detalle sobre la invisibilización que sufren: la mayoría de jefes de TCAE en los hospitales son enfermeros, no otros auxiliares como ellos que pudieran entender mejor su realidad.

La puntilla de su situación llegó en 2018, cuando la Administración foral procedió a una reclasificación de niveles. Las técnicas de enfermería quedaron enmarcadas en la categoría más baja, el nivel D, en la que peor se cobra y a la que acceden quienes no tienen estudios, como por ejemplo los celadores, que paradójicamente cobran de media más que un auxiliar, unos 37 euros más al mes en una nómina que en la sanidad pública, con cuatro o cinco guardias al mes, puede rondar los 1.400 euros en el mejor de los casos.

Cuando se produjo la reclasificación, ni Salud ni ningún sindicato que refrendó el acuerdo en la Mesa General de Negociación -UGT, CCOO y LAB- pidió mejoras para las auxiliares, algo que refleja el Defensor del Pueblo en 2019. Y, cuando el Sae Navarra las ha pedido, se han encontrado con un muro: no hay dinero. Es lo que contestó el departamento de Salud a sendas preguntas escritas formuladas por Navarra Suma e I-E en febrero de este año. Actualmente, los Presupuestos Generales de Navarra consignan 9 millones de euros a pagar carreras profesionales, las de los médicos y enfermeras. El coste de incluir a las auxiliares sería sensiblemente menor, pero el Gobierno sigue poniendo la liquidez como excusa.

Basta acercarse a las quejas que las técnicas han formulado -y de las que se recoge una selección en estas páginas- para hacerse una idea del hartazgo en el colectivo. "Necesitamos que la Administración nos escuche, no queremos seguir siendo el eslabón perdido de la sanidad a pesar de ser el pilar básico de la enfermería", sostuvo Ruiz.

Necesitamos que la Administración nos escuche, y que los parlamentarios sean más asertivos

Tengo la sensación de que estamos más discriminadas, porque somos puestos muy feminizados

No nos cuidáis nada, todo son palabras bonitas y a la hora de la verdad, nada

No sé cómo hemos dejado que se nos haya ninguneado tanto; daigual que hayamos asumido estrés y riesgos por los pacientes en esta pandemia, no se nos ve

El Gobierno de Navarra sabe todo esto, porque es quien ha fomentado esta situación

Dices que eres auxiliar y te menosprecian

Nos arriesgamos, salvados vidas, nos aplauden, ¿por qué no nos reconocen lo que nos merecemos?

Hace meses éramos muy necesarios y ahora, ¿dónde están las palmadas en la espalda? Ayuden a este colectivo con acciones, no con palabras: nos deben lo que nos corresponde

Necesitamos valoración y respeto, no mensajes paternalistas, sino el reconocimiento de lo que nos corresponde

¿Para quién hemos sido tan importantes en estos tiempos de pandemia? ¿Para quien no nos reconoce lo que nos merecemos?

El día que hagamos una huelga, el Gobierno se va a enterar de lo que valemos