El testimonio de Karmele González ha calado. Mejillas, por las lágrimas derramadas al leer su estremecedor relato. Conciencias, porque su dolor ha traspasado el paraguas de la indiferencia o la ignorancia. "Gracias, Karmele, por tu decisión y valentía. Vas haciendo camino", valora Clara, una internauta. Como ella, son muchos los que han reconocido en las redes "la generosidad" de esta vecina de Urretxu, que falleció el pasado día 13 tras solicitar la eutanasia y compartir su historia para concienciar sobre este derecho.

"Siempre que lo decida uno mismo, con todo su conocimiento, me parece perfecto. No hay por qué sufrir", defiende una lectora. "Dura decisión, pero comprensible", apunta escuetamente otra, y Caridad, desde La Habana, también deja constancia de su empatía. "Cómo no la voy a entender. No es nada fácil vivir con dolor y depender de los demás. Si aquí existiera, yo también lo habría solicitado", asegura. "Cuando uno está vivo, pero no puede vivir, lo que quiere es descansar", suscribe, por su parte, María.

A pesar de su apariencia frágil, muchos han sabido reconocer entre líneas su valor, como Mª Francisca, quien alaba el "extraordinario testimonio" de Karmele, "una mujer fuerte donde las haya". "Valiente y firme a sus ideas. Un ejemplo a seguir", dice Merche y otra usuaria de las redes sociales lo corrobora: "Qué valentía ha demostrado. Deseo que el mundo entero lo vea así. Mucha fuerza a su hermana".

También muestra su apoyo a la familia Olatz, para quien "ver cómo una persona a la que quieres se va completamente en paz, tal y como ella deseaba, es algo doloroso, pero reconfortante". Ana, por su parte, les manda "mucha fuerza" y confiesa lo "emocionada" que está: "Qué ley tan necesaria para poder decidir acabar con una vida de tanto sufrimiento".

Hay quien ha aprovechado el desinteresado gesto de Karmele para reconocer el esfuerzo realizado por otras familias para impulsar la ley de eutanasia, que le ha permitido descansar. Este es el caso de Auro, que recuerda que "todo esto se debe al gran legado que ha dejado la familia de Maribel Tellaetxe". "La libertad es decidir", resume Bego. "Poder elegir cuándo irse es dignificar aún más la condición del ser humano, porque de la libre elección se deriva la libertad", se recoge en otro comentario.

Entre las personas que sufren fibromialgia y otras "discapacidades invisibles" las palabras de Karmele se han filtrado hasta los huesos. "La entiendo. Yo haré lo mismo si me encuentro en esa situación", confiesa Ángela. "Unas veces quiero la vida. Otras, descansar para siempre", se identifica con ella Cristina. Xabier, que padece "espondilitis anquilosante, una grave enfermedad degenerativa", y sufre "un dolor continuo que no eliminas ni con morfina", asegura "comprender su necesidad de descanso, así como el que fue su día a día hasta su final".

Otros internautas toman el testigo de la reivindicación. "No es justo tener que llegar a esto. Se tiene que investigar y buscar tratamientos", reclama Gelis, mientras Roberto destaca los "dolores que estaría pasando para llegar a ese extremo".

Pili, a la que este testimonio le dejó "muy tocada", reconoce su temor. "Me da miedo qué pasará mañana. Hasta dónde seré capaz de llegar y qué límites tiene mi cuerpo", dice y lamenta que hagan "falta casos como el de nuestra querida amiga para que la sociedad entienda que no mentimos ni exageramos". Vane se despide defendiendo "la libertad de decidir hasta dónde queremos o podemos llegar. Mil abrazos de esos que se dan con el alma, porque con los brazos duele".