El fotógrafo pamplonés Luis Azanza murió ayer martes a los 60 años. Aunque hace más de una década que había orillado el fotoperiodismo, al que dedicó casi cuarenta años, para dirigir junto a su pareja Berta Bernarte la agencia de Aloa Comunicación, siempre ha sido un referente entre los profesionales de la fotografía y el periodismo de Navarra y del resto del Estado.

Con apenas 20 años, a comienzos de la década de los años 80 empezó su andadura profesional, trabajando como fotógrafo independiente tanto para medios regionales como nacionales. Rotativos como El País, Diario 16, Diario Vasco, Deia pronto publicaron sus imágenes de la actualidad de Navarra. Durante muchos años su figura y su coleta pelirroja eran reconocibles en cualquier acto o suceso que ocurriera en la Comunidad Foral y al que acudía para reflejarlo en sus fotografías.

Pero más que su excelente capacidad para captar su entorno, era su carácter, su siempre amplia sonrisa, su cariñoso trato con todos y todas, compañeros, colegas y retratados, lo que le hicieron destacar y ganarse el respeto y el cariño de todos a lo largo de sus cuatro décadas como fotoperiodista.

Más allá de su constante esfuerzo por lograr el mejor trabajo, durante esta época siempre luchó por unir a los profesionales de la imagen en el periodismo, y aquí incluía tanto a los fotógrafos como a los cámaras de televisión, para lograr unas mejores condiciones de trabajo, no solo en el aspecto profesional, sino a la hora de estar en la calle y poder hacer las fotografías sin impedimentos extras más allá de las propias de la situación, sin ser el blanco de nadie.

Participó en muchas publicaciones y montó numerosas exposiciones de fotografía, casi todas ellas centradas en su trabajo sobre la actualidad. La última de ellas Universo SF en el verano de 2019 con los Sanfermines como tema y en la que en 20 imágenes condensaba toda la magia y toda la intensidad de las fiestas de Pamplona. AQUÍ PUEDES VER UN ARCHIVO CON LAS MEJORES FOTOS DE AZANZA

Con la llegada de las nuevas formas de comunicación entró en el campo del documental audiovisual, y a través de Aloa Comunicación pudo desarrollar trabajos más personales relacionados con el mundo de la cultural y el arte. Entre ellos destacan Algo está pasando: AutoEdit y la entrevista-testimonio Néstor Basterretxea, Aranzazu. Y siempre sin abandonar la fotografía.