Si el Gobierno de Navarra quiere aprobar el decreto para estabilizar 3.588 plazas en la Administración foral, deberá cambiarlo. Los grupos parlamentarios mostraron ayer una vez más sus discrepancias con la forma en la que el departamento de Javier Remírez ha llevado a cabo el proceso de estabilización. Y aunque tanto Geroa Bai como Podemos garantizan el apoyo a la propuesta de la parte socialista del Gobierno, sus votos no son suficientes. "No vamos a dar un cheque en blanco", advirtió ayer el portavoz de EH Bildu, Adolfo Araiz.

Hay muchas críticas al decreto del Gobierno, pero también mucha prudencia. Nadie quiere ser el responsable de poner en riesgo la estabilización. Tampoco el PSN, que deja abierta la puerta a aceptar modificaciones, siempre y cuando se hagan dentro del plazo legal, no provoquen ningún conflicto competencial con el Estado y, sobre todo, sirvan realmente para estabilizar las plazas.

Así que todo apunta a que el decreto será convalidado este mismo jueves en el Parlamento, pero que después será tramitado como proyecto de ley. Es decir, el Gobierno salvará su propuesta, pero tendrá que asumir cambios durante el debate en comisión. Y todavía no se sabe bién cuáles van a ser.

Hay cierto riesgo en el trámite porque con el juego de mayorías que últimamente se está dando en el Parlamento foral puede pasar cualquier cosa. Así que el objetivo es llegar al jueves con los cambios más o menos acordados. Navarra Suma de momento se ha descartado para un acuerdo -"el PSN no negocia, solo nos llama para ver qué vamos a votar", se quejó ayer Javier Esparza-, pero sus votos podrían ser determinantes si la mayoría de Gobierno muestra algunas fisuras.

No es esa sin embargo la voluntad, al menos públicamente. "Aprobar el decreto es responsabilidad de todos los grupos", defendió ayer Ainhoa Unzu, que pidió no desaprovechar "esta gran oportunidad". Cuenta para eso con Geroa Bai, que si bien lamenta que no se haya buscado un acuerdo amplio, tanto en el Parlamento como con los sindicatos, garantiza su voto a favor. También lo hace Podemos, que pide "cintura" tanto al Gobierno como a EH Bildu, mientras que Izquierda-Ezkerra ya ha confirmado su voto en contra. "No estamos de acuerdo con el procedimiento, que es injusto, enrevesado y generará agravios comparativos", se quejó Marisa de Simón. Así que todo pasa por EH Bildu, que admite la necesidad de aprobar el decreto, pero que señala que las posturas están "muy lejanas" todavía. "Al final pactarán con Bildu", vaticinó Esparza.

"Hay cuestiones fundamentales que se deben incorporar al decreto del Gobierno"

Portavoz de EH Bildu