El anterior lehendakari, Iñigo Urkullu, pide respeto “a toda víctima”, incluidos los miembros de ETA Jon Paredes Manot ‘Txiki’ y Ángel Otaegi, fusilados en el franquismo, y advierte de que no se debe “instrumentalizar” su memoria para el enfrentamiento político.
Urkullu se refiere a la polémica en Zarautz, donde se coloca una lona en recuerdo de Txiki y Otaegi que el Ayuntamiento (PNV y PSE-EE) retira, y que posteriormente vuelven a desplegar vecinos. Sortu critica la postura municipal y convoca un acto de homenaje el próximo 27 de septiembre en Pamplona.
El debate se intensifica después de que el director de Gogora, Alberto Alonso, reconozca que Txiki y Otaegi son víctimas del franquismo, pero subraya que no deben ser objeto de homenajes porque recurrieron a la violencia, a diferencia de miles de antifranquistas que lucharon sin utilizar el terror. Estas palabras reavivan el cruce de reproches entre EH Bildu y el PSE-EE.
Urkullu recuerda que ambos están reconocidos oficialmente como víctimas por el Gobierno vasco en el marco de la normativa de reparación de víctimas de violencia estatal ilícita aprobada entre 2011 y 2020.
"En la medida en que son víctimas de vulneraciones de derechos humanos, merecen respeto. Ese respeto implica omitir valoraciones que afecten a su condición de víctima y evitar la apropiación partidaria de su memoria", señala el exlehendakari.
Concluye que se trata de una cuestión “muy sensible”, que durante su mandato trató de gestionar con delicadeza y rigor para avanzar hacia la normalización de la convivencia política y social en Euskadi.