Navarra es una de las Comunidades Autónomas en las que más multas se ponen. El número de denuncias de tráfico volvió a crecer en Euskal Herria el pasado año tras dos ejercicios de descensos. Según datos del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, que incluyen todas las denuncias de tráfico formuladas por la Ertzaintza, los ayuntamientos y los radares móviles y fijos, en 2024 se contabilizaron 347.466 denuncias, frente a las 314.081 del año anterior, lo que supone un incremento del 10,6%.
El director gerente del RAC Vasco Navarro, Eduardo Martínez, explica este repunte: “Uno de los motivos por los que hay más denuncias es que también hay más desplazamientos. En 2023 se batieron récords de desplazamientos en la CAV, en Navarra y en el Estado. En 2024, se superaron y todo apunta a que en 2025 también se alcanzarán cifras históricas. Es lógico que, proporcionalmente, si aumenta la movilidad, también crezcan las sanciones”.
En Navarra, el informe de Automovilistas Europeos Asociados (AEA) refleja un aumento del 11,7% en las denuncias formuladas en 2024 respecto al año anterior. La Comunidad Foral figura en el grupo con mayor número de sanciones por vehículo, con una ratio de 0,28, solo por detrás de La Rioja y Castilla y León.
Martínez apunta a factores específicos que elevan el número total de denuncias: “Hay un aumento de sanciones también por factores como el paso del Estrecho, con miles de vehículos que atraviesan la península hacia África, muchos de ellos antiguos y sin pasar la ITV. Eso hace que se multipliquen las posibilidades de denuncia”.
Récord de recaudación
La DGT alcanzó en 2024 una recaudación récord de 539,9 millones de euros, tras formular 5.413.507 denuncias. Esto supone un incremento del 5,1% respecto a 2023. Las que más crecieron fueron las denuncias por uso del móvil mientras se conduce (+55,7%). También se incrementaron las denuncias por estacionamientos indebidos (+18,4%), conducción negligente (+18,2%).
Otra medida que suele aglutinar un importante número de denuncias y que ha hecho aumentar de manera considerable la recaudación por parte de la DGT, según los Automovilistas Europeos Asociados, es la implantación de radares, especialmente los camuflados. El director gerente del RAC Vasco Navarro cuestiona la ubicación y la función de algunos de estos radares: “El problema no es tanto que los radares estén ocultos, sino dónde y para qué se ponen. Hay ubicaciones que no tienen sentido desde el punto de vista de la seguridad vial. En cambio, en los puntos negros sí deberían estar, porque su función debe ser evitar accidentes y víctimas, no recaudar”.
En este sentido, Martínez pone como ejemplo el radar de Mioño, cerca de Castro Urdiales (Cantabria): “Durante años limitaba a 80 km/h y puso miles de multas. Ahora la limitación se ha subido a 100, cuando la carretera sigue siendo la misma. Si antes decían que era por seguridad, ¿qué ha cambiado ahora? Evidentemente, no tenía mucho sentido”.
Otro aspecto que ha influido en el aumento de las sanciones es, según Eduardo Martínez, la implantación de zonas de bajas emisiones en el centro de las grandes urbes: “Se multa directamente por tener un coche viejo, más allá del comportamiento del conductor. Es una medida que genera una sensación de indefensión en muchos ciudadanos”. Para Eduardo Martínez todas las sanciones no son igual de efectivas. “No es lo mismo una sanción por hablar por el móvil, que es evidente y peligrosa, que otra por superar el límite de velocidad en 8 km/h en una recta.