managua - El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, niega que haya sofocado las protestas con represión, no se siente responsable de las muertes en las calles durante los últimos meses, culpa a EEUU y al narcotráfico de financiar, apoyar y armar a grupos violentos, y califica de “golpe criminal” las protestas que, en su opinión, forman parte de un plan para sacarle del Gobierno, y donde habrían muerto más de 400 personas, según organismos internacionales.

Esas denuncias se completan con las de personalidades como el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, último Premio Cervantes y exvicepresidente de Ortega en un Gobierno sandinista, quien habló de “fuerzas policiales y paramilitares armadas con fusiles de guerra, que actúan en conjunto, en contra de una población desarmada”.

“Sabe que se está poniendo a trabajar como cuentista y está haciendo un cuento macabro de lo que es una tragedia que vive este pueblo. Está mintiendo”, responde el líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional, que culpa a EEEU de intervencionismo en la política centroamericana y nicaragüense.

“Lo primero que hicieron fue retirarnos de la cuenta Reto del Milenio, que formaba parte de un proyecto acordado con el Gobierno anterior para colocar fondos en toda Centroamérica, y a Nicaragua la castigaron”, asevera.

Además, Ortega se refiere a esa supuesta injerencia para acusar a EEUU de armar a los grupos que protestan contra el Gobierno sandinista, unidos con grupos de narcotraficantes. “Ahí había una actividad -dice- que se origina desde la extrema derecha en Florida. Ha sido un contacto permanente que quedó desde el periodo de la guerra de la Contra”.

“A esta derecha le dolió mucho que el Frente retornara al Gobierno y se instaló la punta de lanza que alimentó esos grupos armados para empezar a vincularse a grupos de narcoactividad, y en algunas acciones contra ellos se encontró actividad vinculada al cultivo de marihuana”, asegura.

Ortega niega rotundamente que haya paramilitares sandinistas y asegura que los únicos grupos armados son los que protestan contra el Gobierno, “esos que se formaron después de 2007 y han cometido y siguen cometiendo crímenes”.

“Nosotros hemos librado esa batalla con la Policía y el Ejército, y hay compañeros de este que han muerto en ese combate y no existen para la derecha ni para los organismos de derechos humanos”, comenta.

“manifestantes armados” Asimismo, el presidente tampoco admite las denuncias de diversas organizaciones y la población contra la Policía por disparar a manifestantes. “Es una gran mentira. Yo vi la manifestación por la televisión y lo que hubo fue una embestida armada de parte de los manifestantes en contra de la otra marcha”, añade, ya que, “¿cómo se explica los 22 policías muertos por manifestantes pacíficos?, los centenares de muertos sandinistas secuestrados en viviendas y asesinados”, reitera.

También niega las denuncias de la Unión Europea, la ONU y la OEA acusando a su gobierno de represión, detenciones arbitrarias y tortura, por considerar que están condicionadas por EEUU, ya que, dice, para ellos no existen “ni los policías muertos ni los compañeros civiles quemados”.

Por otra parte, asegura que en Nicaragua no hay presos políticos, y que los que están detenidos lo están “por crímenes que han cometido en contra del pueblo y están siendo sometidos a los procesos correspondientes”, ya que “nadie está detenido por sus ideas y por su activismo político”.

Sobre la acusación de falta de libertad de prensa, Ortega la niega y dice que basta poner los canales de televisión, ver los noticieros y leer los periódicos. “Hay tanta prensa libre que incluso hay un programa donde entrevistan a encapuchados que son paramilitares armados por la derecha y donde dicen que hacen falta más muertos”, señala.

No se siente responsable de las muertes y explica que “los responsables de estas muertes son los que han promovido, financiado y alimentado estos actos, porque detrás está la política norteamericana, no yo”.

En su opinión, “lo que más ha molestado a la derecha norteamericana es la alianza que el Frente logró construir con trabajadores y empresarios que ideológicamente no son sandinistas, pero que aceptaron la propuesta de hacer un Gobierno entre empresarios, trabajadores y el Gobierno”.

“La amenaza no era contra los sandinistas, sino contra los empresarios que tienen intereses en Estados Unidos y que mueven grandes operaciones financieras. Crearon las condiciones para desarrollar ofensivas como la de abril”, las que, según el presidente, se combinan con las armas.

Las protestas contra la Administración de Daniel Ortega se iniciaron cuando se dio a conocer un decreto que reformaba la seguridad social. “Hubo protestas, no hubo muertos, pero inventaron que había muerto un estudiante. Vi esas protestas y ahí no había armas, ni de un lado ni de otro lado, porque salieron los grupos armados salieron al día siguiente por la noche a atacar alcaldías, oficinas del Frente, hospitales, instituciones estatales y a matar sandinistas”, confirma.

En su opinión, “ahí empezó la refriega, los enfrentamientos y los muertos”, que según el Gobierno fueron 195, mientras diversos organismos de derechos humanos cifran las víctimas en más de 400. También descalifica la petición de elecciones a la que se han sumado la Unión Europea y el Parlamento Europeo, argumentando que “en Europa hay una ola conservadora donde, a pesar de las diferencias con EEUU, tienden a unir posiciones frente a América Latina”.

¿adelantar las elecciones? Para Ortega “no tiene sentido” adelantar las elecciones previstas para 2021 y considera que “es lo más absurdo que se ha planteado”, ya que “sería sentar un precedente muy negativo que daría lugar a que habría que hacer pasar un Gobierno cuando a la oposición no le gustaran sus medidas”, a lo que añade: “Sería vivir la historia de países iberoamericanos que no tenían estabilidad y que tenían que estar cambiando gobiernos porque iba la gente a protestar a la calle y el ejército venía y sacaba al presidente”.

Sin embargo, el presidente acepta que ha habido pérdida de empleos, especialmente en el turismo, donde diversos sectores cifran las bajas laborales en 70.000 desde el comienzo de la crisis el pasado 18 de abril. “Efectivamente, ha habido una pérdida de empleo, el país estuvo paralizado durante mucho tiempo y afectó al empleo. Ese es el reto ahora, ir reactivando las actividades como se está haciendo”, señala.

Asegura que “se está reactivando más rápidamente el turismo nacional y las fuentes de pequeños empresarios locales”, pero “donde ha habido más problema es en la atracción de turismo internacional, porque esta situación tiende a ahuyentar a los turistas”. Sobre su supuesto enriquecimiento familiar, afirma que “es totalmente falso” y pide que quienes hacen esa acusación “presenten una prueba”, y, en referencia al cargo de vicepresidenta del Gobierno de su esposa, Rosario Murillo, explica que “la compañera está ahí en tanto es militante del Frente” y que él la conoció “como militante y está en la Vicepresidencia en tanto militante del Frente y por su capacidad”. - Efe