La Haya - La prohibición del uso de prendas que cubren el rostro en los espacios públicos de Holanda entró en vigor ayer en medio de la negativa de las autoridades a exigir su cumplimiento, lo que hace temer el fracaso de una ley diseñada para unas 200 mujeres que llevan burka en el país. La ley prohibe el uso del burka (velo integral que cubre toda la cara, con una rejilla a la altura de los ojos), el niqab (solo deja a la vista los ojos), cascos integrales y pasamontañas.

La prohibición parcial -y no total, pues no incluye la calle- afecta a hospitales, escuelas, transporte (trenes, autobuses y tranvías) y edificios públicos como ayuntamientos, comisarías, ministerios o algunos museos de control estatal. En La Haya, un grupo de cinco mujeres musulmanas coinciden en que condenar la prohibición porque consideran que tiene “una base racista que tiene como blanco a la comunidad musulmana”. Las usuarias del niqab están obligadas a mostrar su rostro para que se les identifique. El incumplimiento de la norma conlleva una multa de 150 euros.

situación europea Las grandes ciudades también rechazan hacer cumplir esta ley de forma activa. “Hay muchas leyes y la cantidad de agentes es escasa. Rotterdam tiene mayores problemas: asesinato, drogas, violencia”, indica su alcalde, el socialdemócrata Ahmed Aboutaleb. La alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, explica que los hospitales y universidades “no se dedicarán a llamar a la Policía, ni la seguridad de los tranvías sacará a la gente del transporte” porque la ciudad “no tiene tantos policías y hay que priorizar otros asuntos”. Otros países como Francia (el país de la UE con mayor porcentaje de población musulmana y el primero de la Unión en restringir los símbolos religiosos en los lugares públicos),

Bélgica, Dinamarca, Alemania, Italia o Austria prohiben el velo. En España no existe legislación sobre el uso del velo islámico en los espacios públicos y las formaciones políticas han intensificado el debate sobre la conveniencia de aprobarla, sobre todo después de que diez ayuntamientos (ocho en Cataluña, uno en Andalucía y otro en Madrid) prohibieron el uso del burka y el niqab en las instalaciones municipales. - Efe