estambul - Al menos 109 miembros de las milicias kurdas han muerto hasta ahora en la invasión iniciada el miércoles por Turquía en el noroeste de Siria y que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró se extenderá a otras regiones

Erdogan afirmó que desde el comienzo de la operación las tropas turcas han matado a 109 "terroristas" y herido y hecho prisioneros a numerosos miembros de las YPG, la milicia kurda hasta ahora aliada de EEUU en la lucha contra el yihadista Estado islámico.

Ankara considera a estas milicias como una organización terrorista por sus vínculos con el proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía.

El presidente aseguró que Turquía está preparado para intervenir en otras zonas de Siria "cuando llegue el momento".

"Llevaremos la paz y la seguridad adonde quiera que vayamos", afirmó durante un discurso ante simpatizantes de su partido, el islamista AKP.

"La operación continúa en la región de Tel Abiad y Ras al Ain", dijo Erdogan, en referencia a las dos ciudades donde el Ejército turco inició anoche la ofensiva terrestre de la operación bautizada como "Fuente de Paz".

Las fuerzas turcas arrebataron hoy a las YPG los pueblos de Tel Fander y El Yabse, al oeste de la ciudad de Tel Abiad, informó la agencia Anadolu.

Analistas turcos aseguran que el Ejército quiere tomar zonas rurales alrededor de estas ciudades para luego tomar el centro.

Esta mañana el Ejército turco continuó con los bombardeos y fuego de artillería en Tel Abiad y Ras al Ain y amplió los ataques aéreos a la localidad de Qamishlo.

Erdogan también acusó a las YPG de un ataque perpetrado ayer en Qamishlo que causó la muerte de un civil, mientras que las milicias kurdosirias responsabilizan al Ejército turco del ataque.

"Mintieron diciendo que Turquía atacó en una región cristiana. Vosotros bombardeasteis esta región", declaró.

Las YPG han sido las principales aliadas de EEUU en su lucha contra el yihadista Estado Islámico o Dáesh.

Erdogan dijo que los sirios no deben preocuparse y que nadie que no se enfrente a Turquía será objetivo del ataque.

También afirmó que su país no permitirá que el Dáesh se fortalezca, en relación a las voces que han advertido de que la ofensiva contra las milicias kurdas puede provocar que los yihadistas recuperen terreno.

Turquía emprendió ayer la ofensiva contra las milicias kurdas en el noreste de Siria que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, lleva meses anunciando con el argumento de que sólo busca expulsar de su frontera a lo que considera grupos terroristas y crear una franja de seguridad.

Fue el propio Erdogan quien primero informó, mediante mensajes en Twitter en turco, inglés y árabe, de que la operación Fuente de Paz había empezado para “prevenir la creación de un pasillo de terror en la frontera meridional” de Turquía.

“Protegeremos la integridad territorial de Siria y liberaremos a las comunidades locales de las garras de los terroristas”, tuiteó Erdogan, en referencia a las milicias kurdosirias Unidades de Protección Popular (YPG), que dominan el noreste de Siria y a las que Ankara considera “terroristas” y vinculadas al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía.

Las YPG han sido las principales fuerzas sobre el terreno que Estados Unidos ha empleado para derrotar al grupo yihadista Estado Islámico (EI).

En su mensaje en Twitter, Erdogan subrayó que la ofensiva se dirige tanto contra las YPG como contra EI, el mismo argumento que usó el año pasado durante la operación en Afrin, si bien no consta la presencia de yihadistas en el territorio controlado por los kurdos.

De momento, Turquía se ha limitado a ejecutar bombardeos aéreos y artilleros sobre las localidades fronterizas sirias de Ras al Ain (Serê Kaniye en kurdo) y Tel Abiad.

El plan declarado de Turquía es tomar el control de una franja de 35 kilómetros de ancho a lo largo de toda la frontera, desde el río Éufrates hasta Irak, para expulsar de allí a las YPG.

Erdogan precisó que las Fuerzas Armadas turcas intervendrán junto al Ejército Nacional Sirio (ENS), el nuevo nombre que utilizan desde la semana pasada las milicias sirias aliadas de Turquía, que hasta ahora se conocían de forma genérica como Ejército Libre de Siria (ELS).

Unos 14.000 miembros del ENS se han reunido ya cerca de Ceylanpinar, la ciudad turca situada frente a Ras al Ain, desde donde se espera que parta el principal ataque terrestre.

“Hemos completado nuestros entrenamientos para despejar la región al este del Éufrates de las YPG. Estamos listos para la operación”, señaló Sayf Abu Bakr, un comandante del ENS, a la agencia turca Anadolu.

Estas brigadas ya habían combatido al lado de las tropas turcas en la operación Escudo del Éufrates, mediante la que Turquía expulsó en 2016 al Estado Islámico de la región al norte de Alepo, y en la conquista del enclave kurdo de Afrin en el oeste, bautizada Rama de olivo, en 2018.

La respuesta de las YPG a los bombardeos ha sido escasa hasta el momento, limitándose al lanzamiento de algunos proyectiles de mortero que han impactado en el lado turco de la frontera, sin causar víctimas.

Dos obuses cayeron en Ceylanpinar, levantando columnas de humo, mientras que otros seis impactaron en la ciudad de Nusaybin, situada enfrente de Qamishli, la capital de la región kurda del noreste de Siria, que también se conoce como Rojava.

Con todo, las autoridades turcas han declarado vacaciones escolares en Ceylanpinar, Akçakale y otros municipios fronterizos.

El territorio que Turquía se dispone a conquistar mide, según datos difundidos por el propio Erdogan, 480 kilómetros de largo por 35 de ancho, es decir un total de 16.800 kilómetros cuadrados, tres veces más que la suma de los territorios que ya domina entre el río Éufrates y el Mediterráneo.

Erdogan ha anunciado reiteradamente que planifica enviar a esa zona entre uno y dos millones de refugiados sirios, ahora residentes en Turquía, si bien el plan ha suscitado críticas porque la práctica totalidad de estos refugiados provienen de otras zonas de Siria.

La lira turca, que había perdido ya un 2% el lunes tras anunciar Estados Unidos la retirada de sus tropas volvió a perder un 0,6%.

la onu no condena a turquía

Destacado. El secretario general de la ONU, António Guterres, está “muy preocupado” por los últimos acontecimientos en el noreste de Siria, que sin embargo prefirió no condenar explícitamente la ofensiva lanzada por Turquía. Su portavoz, Farhan Haq, subrayó que cualquier operación militar debe respetar plenamente las normas internacionales y proteger a la población e infraestructuras civiles. “El secretario general está muy preocupado por los últimos acontecimientos”, manifestó el portavoz. Preguntado repetidamente por los periodistas, Haq no quiso ni condenar el movimiento de Turquía ni pedir el cese de los ataques.

Bruselas pide que se detenga la ofensiva. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, instó a Turquía a detener la ofensiva militar, y el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá de urgencia hoy jueves para abordar la ofensiva turca, a petición de los países de la UE que se sientan actualmente en ese órgano.