Lidón Soriano ha conseguido dar a la kufiya (así se conoce el pañuelo palestino) un aire elegante. A modo de echarpe (que no de pasamontañas), esta prenda le aporta un toque especial. Hoy, la kufiya de Lidón se asomará al balcón del Ayuntamiento de Pamplona: “Es el único guiño que se nos permite en la indumentaria, porque no es posible salirse del protocolo”, explica la portavoz de Yala Nafarroa con Palestina, la mujer protagonista de este 6 de julio en Pamplona. Ella dará el mensaje en castellano, Eduardo Ibero en euskera y, junto a Dyna Kharrat, prenderán la mecha. Porque no queda nada para que resuene desde el corazón de Iruña el Chupinazo, que este año es más un grito: “Que se acabe el genocidio en Gaza”, dice. Así está viviendo el colectivo Yala las horas previas.

Lidón Soriano, Dyna Kharrat y Eduardo Ibero, los representantes de Yala Nafarroa con Palestina que lanzarán hoy el Chupinazo de las fiestas de San Fermín, delante de la fachada consistorial.

Faltan apenas unas horas para el Chupinazo más reivindicativo de la historia y Lidón Soriano, junto a Eduardo Ibero y Dyna Kharrat, van a ser los artífices. ¿Está nerviosa?

–Hay nervios, pero ¡fíjate!, casi son más las ganas. Porque al final no se trata de mi imagen, porque yo la cedo a Palestina. Quiero decir que mi trabajo ha sido por Palestina y Yala ha sido el canal que la gente ha utilizado para sumarse a esta causa justa. Por eso creo que lo importante es eso, el visibilizar a Palestina, y ¡hay nervios, pero también ganas y necesidad de estar ahí con todas vosotras! No son nervios de estrés, sino de que tengo que hacerlo muy bien por la causa que represento.

¿Cómo han ido los ensayos?

–Muy bien. Sí que nos estuvieron diciendo lo que se podía y no hacer. Nos explicaron el protocolo que desconocíamos y, en función de eso, nos hemos ido amoldando.

No se permiten banderas ni carteles en el balcón, pero ¿el pañuelo palestino, la kufiya que lleva usted todos estos días a modo de chal, se verá?

–Sí, es el pequeño guiño que se nos permite. Yo me lo empecé a poner así para que el pañuelo palestino estuviera simbólicamente, pero para que no se relacionara, como a veces ha ocurrido, con la agresividad. Es una forma de darle un punto de elegancia, mientras mantienes la reivindicación.

¿Estas semanas desde que Yala fue elegida por la ciudadanía cómo han sido?

–Ha sido algo increíble. Cada día tengo decenas de llamadas. Ayer, por ejemplo, tenía un mensaje de una mujer de Mendavia, que llorando me decía que saben que a mucha de Palestina les va a llegar el mensaje. Muy emocionante. Y por la calle, lo mismo. Gente que no conoces de nada. Ha sido algo impresionante, y yo es lo que le digo a la gente: ‘Ha sido una victoria colectiva’. Esto, en realidad, ni es Yala ni mucho menos soy yo. Esto es una victoria colectiva por una causa absolutamente justa como es la causa palestina.

Usted, además, a nivel personal, no gana nada, por si alguien lo puede pensar.

–Más bien pierdo, por la exposición mediática.

¿Le para la gente por la calle?

–Sí, sí. Y gente de todo tipo, aspecto y edad. Gente que podrías pensar más conservadora, pues igual. Te dicen: ‘Gracias por el trabajo que estáis haciendo’. Es algo que realmente vemos, que, quitando a gente descorazonada, porque no se puede definir de otra forma a alguien que no esté a favor de frenar un genocidio, es evidente que el mensaje ha calado en la ciudadanía, y esa ciudadanía está por parar ese genocidio.

¿Y en el sentido contrario, se ha encontrado con críticos por la calle?

–No, en ningún momento. Sí que ha habido entrevistas incisivas, pero que en las que, al final, han entendido que no defendemos ninguna barbaridad. Y es evidente, y lo más elemental y humano, lo que pedimos: frenar un genocidio y detener al agresor, sin duda ninguna.

Le habrán preguntado de todo en los medios de comunicación...

–Sí, ayer mismo una televisión me decía si esto es pro Palestina o contra Israel. Y yo le dije: ‘Esto es pro derecho internacional’. Aquí no estamos en ningún bando, lo que queremos es que todo el mundo lo cumpla, y lo que es evidente es que Israel es el país del mundo que más violaciones del derecho internacional ha llevado a cabo sin que se le ha llevado a cabo ninguna sanción.

Volvamos al Chupinazo. ¿Cómo se han repartido los papeles?

–Bueno, yo doy el mensaje en castellano y Eduardo en euskera, pero junto a Dyna los tres prendemos la mecha, porque queremos simbolizar la plataforma, la unidad de gentes diferentes. Que no es algo individual, sino colectivo. Y Dyna, precisamente, representa en ese balcón a esa juventud que se moviliza y que históricamente ha sido el motor de las reivindicaciones.

¿Qué hace este 6 antes del cohete?

–Tengo ya acordados reportajes desde que me levanto. A las 10 nos encontraremos los tres y aún tenemos que estar con más medios.

¿Ha hablado con muchos medios dada la repercusión internacional de este Chupinazo?

–Ayer (por el jueves), hice 7 entrevistas. Para eso estamos, y yo siempre digo que somos un vehículo para el mensaje del pueblo palestino.

¿La gente de Gaza es conocedora de lo que va a pasar en Pamplona?

–Son conscientes, están encantados, y, como siempre, y a pesar de estar tan mal, lo primero que hacen es agradecernos lo que estamos haciendo.

¿En algún lugar de Gaza van a poder ver el cohete por el Canal Internacional?

–En Gaza dependerán de si tienen wifi, pero Israel se lo está cortando durante horas. Si hay apagón lo tendrán que ver por diferido, pero, en Cisjordania, las compañeras van a estar atentas y va a ser súper emotivo y, de alguna manera, vamos a crear unos segundos de puente directo de solidaridad de Pamplona con Palestina.

Hablábamos de Gaza, pero en Pamplona, ¿cómo va a vivir el colectivo Yala este Chupinazo?

–A las 11.00 hemos convocado a la gente que le apetezca a la Plaza del Castillo, delante del Txoko, y, después, a la una, en la plaza de San Francisco, para hacer un brindis. Luego nos iremos a comer algo, donde podamos.

¿En quién pensará Lidón Soriano en este Chupinazo?

–Personalmente, la primera persona que me vendrá a la cabeza será mi ex suegro, ya fallecido, Juan Angel Iribarren, porque era un PTV, de los Pastores de Belén, del Orfeón Pamplonés, hijo del fundador de Osasuna... Él, mi suegra, Pilar Morrás, la típica madre navarra acogedora y generosa, y mi ex marido, Juan Iribarren (preparador físico de Osasuna) me transmitieron el cariño que hoy siento por este pueblo, por Pamplona y por sus fiestas. Aunque yo desde pequeña (nació en Castellón) ya tenía filia por Euskalerria. Y como portavoz de Yala, pensaré en esas personas asesinadas, que desde el cielo (se emociona) lo sentirán, y en esos amigos y amigas que siguen resistiendo.

¿Le han hecho llorar estos días?

–No, la verdad es que mantengo bastante la entereza, porque sé que mi papel, como ellos me han dicho muchas veces cuando he estado allí, es el de embajadora, y lo tengo que hacer lo más dignamente posible.

¿Cómo espera que esté la plaza?

–Llena de banderas palestinas y llena de energía hacia Palestina para detener este genocidio y, por supuesto, para detener a Israel.

¿Y después? ¿Cree que se va a conseguir algo con este acto?

–Todo suma; lo único que no suma es la inactividad y la complicidad. Todo lo que sea oponernos al genocidio y parar a Israel suma, sin duda.