washington - El Partido Demócrata de Estados Unidos ha puesto por primera vez al senador izquierdista Bernie Sanders en el centro de uno de sus debates entre los aspirantes a la candidatura a la Casa Blanca por su nueva condición de favorito, por lo que se convirtió en el objetivo de sus rivales, que trataron de pararlo a las puertas del decisivo Súper Martes.

"Estoy escuchando mencionar un poco mi nombre. Me pregunto por qué será", dijo Sanders a los pocos minutos de empezar el debate, organizado por la cadena CBS en Charleston, la segunda ciudad más poblada de Carolina del Sur, con motivo de las primarias que tendrán lugar el sábado en este estado del sureste del país.

Sanders llegó al debate tras arrasar en los caucus del pasado fin de semana en Nevada y de ser también el candidato más votado en las dos primeras contiendas -Iowa y Nuevo Hampshire-, lo que le ha situado en cabeza de las primarias demócratas en cuanto a delegados y lo ha convertido en el rival a batir.

Además de Sanders, participaron del debate el exvicepresidente Joe Biden, las senadoras Elizabeth Warren y Amy Klobuchar, el exalcalde Pete Buttigieg y los multimillonarios Michael Bloomberg (exalcalde de Nueva York) y Tom Steyer.

La congresista Tulsi Gabbard fue la única candidata que sigue en las primarias que no logró cumplir los requisitos impuestos por el partido para estar sobre el escenario esta noche en Charleston.

El moderado Buttigieg, el segundo candidato con más delegados a la fecha, alertó de que una candidatura de Sanders no solo puede costarle a los demócratas perder las elecciones presidenciales contra Donald Trump, sino también la recién reconquistada Cámara Baja del Congreso.

El exalcalde de South Bend (Indiana) hizo notar que los congresistas demócratas que deben disputar elecciones este 2020 en sus distritos "están huyendo de su plataforma (la de Sanders) tan rápido como les es posible".

al rescate Bloomberg, por su parte, que presume de atraer a los votantes conservadores escépticos con Trump preguntó: "¿Alguien en esta sala puede imaginarse a republicanos moderados votando por él (por Sanders)?".

Warren salió al rescate de Sanders y dijo que Bloomberg, que fue alcalde de Nueva York como republicano, es en realidad el candidato más "arriesgado" que pueden elegir los demócratas: "No me importa cuánto dinero tenga Bloomberg, la base del Partido Demócrata nunca confiará en él. No se ha ganado su confianza".

Sanders sacó entonces a relucir las más recientes encuestas que le sitúan por delante de Trump no solo en el cómputo general sino también en los estados clave, aunque la duda entre algunos demócratas sobre una posible debacle electoral está ya sembrada. Las críticas contra Sanders fueron más allá de sus posibilidades de ganar a Trump y sus rivales le atacaron por su plan de salud universal, por haberse opuesto en el pasado a cierta regulación de las armas y por reconocer los progresos sociales en países como China o Cuba.

Biden recordó la masacre de 2015 en una iglesia precisamente de Charleston, cuando un joven supremacista blanco asesinó a nueve feligreses afroamericanos.

Sus rivales también criticaron el coste que supuestamente tendrá el plan de salud universal que Sanders quiere implementar, a lo que este recordó que, según recientes estudios, en realidad será más barato que el sistema actual y salvará 68.000 vidas al año.

Las primarias del próximo sábado en Carolina del Sur son las primeras en las que la mayor parte del electorado demócrata es afroamericano, por lo que Biden, quien fue vicepresidente de Obama (2009-2017), guarda esperanzas de relanzar una candidatura que hasta la fecha ha naufragado.

Según el promedio de encuestas elaborado por Real Clear Politics, Biden encabeza la intención de voto en Carolina del Sur con un 30 %, seguido por Sanders con un 22 % y por Steyer, quien ha invertido millones de dólares en publicidad con el votante afroamericano como objetivo, con un 13 %. Carolina del Sur dará paso al decisivo Súper Martes, la cita más importante de las primarias demócratas este próximo 3 de marzo, con 14 estados convocados a las urnas -entre ellos California y Texas-, un tercio de todos los delegados en liza y con Bloomberg por primera vez en las papeletas.