- Las autoridades de China anunciaron ayer la imposición de estrictas medidas de restricción para Jilin, una ciudad de 4,5 millones de habitantes en el noreste del país, debido al temor a una segunda ola de contagios tras registrar una veintena de casos nuevos de coronavirus.

Los centros educativos han sido nuevamente cerrados y el Gobierno ha decidido suspender los servicios de transporte y prohibir todo tipo de reuniones, aglomeraciones y desplazamientos, según informaciones del diario local South China Morning Post.

La decisión fue tomada después de que se sumaran otros seis casos nuevos en 24 horas, lo que convierte en 21 el número total de contagios comunitarios en una semana. De todos ellos, dos pacientes estarían infectados sin presentar síntoma alguno.

“El brote actual es muy grave y complejo y posee un gran riesgo de expandirse”, advirtió la vicealcaldesa de la ciudad, Gai Dongping, que indicó que para “prevenir una nueva ola de la epidemia se ha decidido implementar medidas de control en la zona urbana de Jilin”.

Esto incluye, además, el cierre de todos los complejos residenciales y de las zonas rurales, tal y como señaló el Ayuntamiento en un comunicado. Para poder abandonar Jilin es necesario ahora dar negativo en una prueba de COVID-19 que haya sido realizada hasta 48 horas antes de la salida.

La pandemia de coronavirus ha dejado en China, donde se originó, 4.637 fallecidos y 84.021 casos confirmados.

La ciudad china de Wuhan, donde se detectaron los primeros casos de contagio, empezó ayer a realizar análisis de ácido nucleico a toda la población, de 11 millones, después de que el pasado fin de semana se detectara un rebrote en seis residentes de la urbe.

Varios complejos residenciales comenzaron ayer estos análisis, según la prensa local. El diario Xinjing Bao publicó unas imágenes en las que muestra a varias decenas de habitantes de la urbanización wuhanesa de Zong Guan sometiéndose al test.

Por su parte, fuentes de la alcaldía de Wuhan confirmaron que los distintos complejos residenciales de la ciudad están censando a quienes viven en ellos como paso previo a poner en marcha los análisis, aunque no detallaron si éstos habían comenzado ya.