- Beny Gantz, principal socio de coalición de Benjamin Netanyahu en el Gobierno, desafió ayer de nuevo al primer ministro y busca una fecha en febrero o marzo para que Israel celebre comicios lo antes posible, en medio de una crisis política que pone al país al borde de sus cuartas elecciones en dos años.

Gantz, quien ocupa la cartera de Defensa, declaró que no se arrepiente de haber apoyado el otro día una moción de la oposición para disolver el Parlamento, lo que se aprobó en lectura preliminar.

Su decisión asestó otro golpe al frágil Ejecutivo de unidad que él mismo integra con Netanyahu y acerca a Israel a unas elecciones que parecen casi inevitables.

"Preferí pagar el precio yo mismo, antes que infligírselo a los israelíes", se justificó Gantz en declaraciones al diario digital israelí Ynet.

Pidió a Eitan Ginzburg, diputado de su partido centrista Azul y Blanco y presidente del Comité Interior de la cámara, que busque fijar una fecha para que Israel vaya a las urnas cuanto antes y así "evitar una campaña (electoral) costosa y prolongada" en plena crisis del coronavirus.

Las restricciones por la pandemia podrían requerir más de un día de votación, lo que aumentaría los gastos, argumentó Gantz, quien arremetió de nuevo contra Netanyahu y le acusó de no respetar su pacto de coalición. Según la Radio del Ejército, Azul y Blanco baraja dos posibles fechas para elecciones: el 23 de febrero o el 2 de marzo.

La moción aprobada el martes en lectura preliminar para disolver la cámara sumerge de nuevo a Israel en la incertidumbre política y agrava las divisiones de un Ejecutivo de coalición ya moribundo, pero Netanyahu defiende que no es momento para comicios y desde ese día presiona públicamente a Gantz para que cambie de postura.

Pero tiene poco margen para ello: tras su aprobación provisional de ayer, la ley de disolución pasará el próximo lunes por el Comité Interior de la cámara, que deberá validarla y hacer los preparativos para otras tres lecturas en las que debe aprobarse en pleno para salir adelante, un proceso que puede llevar semanas y durante el que Netanyahu intentará negociar con el líder centrista.

"Los ciudadanos de Israel quieren vacunas y no elecciones, quieren más apoyo económico y no elecciones, más acuerdos de paz y no elecciones. En estos momentos, se debe dejar de lado la política. Gantz, ¡no es tarde para impedir las elecciones!", urgió hoy el primer ministro en su cuenta de la red social Twitter.

Tras gobernar juntos apenas siete meses, los desacuerdos y la desconfianza mutua han llegado a tales extremos que se prevé difícil que logren un acuerdo.

En caso de ir a comicios, Israel se encontrará en un complicado contexto: el electorado está agotado tras haber ido a las urnas tres veces en un año y medio, hay un gran descontento popular ante la clase política y la economía del país se ha visto duramente afectada por la covid-19.