Muchas veces pienso en esas cosas que hacemos siendo conscientes de que las hacemos por última vez en la vida. Cuando el otro día me despedí de ti sabía que era última vez que te veía... ¡Una pena, qué mierda todo Javi!

Yo de pequeño te veía en la villavesa bajar a Villava de los Escolapios con tus amigos, hablabas a gritos... no me conocías pero yo ya estaba saliendo con Karmele, tu hermana. "¡Vaya pieza!", pensaba yo.

Con el tiempo nos conocimos y pude comprobar cómo eras, más que mi cuñado mi hermano pequeño. Formaste parte de la parroquia de los scouts San Andrés, los chavales te adoraban, eras como uno más de ellos. Más tarde fundaste con tus amigos el Tiempo Libre. Esos amigos que tantas muestras de cariño y solidaridad nos han dado, ¡qué buena gente!

Durante tu vida laboral has trabajado en bares de Ansoáin: Etxauri, tu querido Indian (que levantaste, por cierto). Siempre entregado, ganándote a tus clientes y a la muchachada en general pinchando a otros ídolos tuyos: los ACDC, y si estabas un poco de bajón a Silvio, y si ya cerrabas ponías el Nicaragua de los de Palacaguina.

Aunque eras más rockero que taurino te convencí para ir a Palencia a ver a José Tomás por la tarde. Por la noche a Barricada con Miguel Ríos, este era el trato. Otro año estuvimos en Huesca viendo a Finito, nos acompañó tu amigo Fernando, tu hermano del alma. Por la noche a Las Nancys Rubias. "Pero si no cantan, si hacen playback", gritaba indignado Fernando. ¡Las risas que hicimos!

Pero lo que te ha gustado a ti siempre han sido las motos, no nos vamos a engañar. Desde que fuiste al Jarama de pequeño con tu tío Hilario quedaste enganchado a ellas. Eras de Valentino, del número uno. Hasta montaste un bar en su honor, el Beti 46, toda una declaración de intenciones, una especie de meca-museo dedicada a The doctor. Una vez le seguiste hasta el circuito de la Laguna Seca, en EEUU. Tú sí que eras el número uno Javi. No me gusta demasiado tener que recurrir a tópicos, sin embargo te vienen como anillo al dedo, eras un gran amigo de tus amigos, te hacías querer por todos con tu sonrisa eterna estuvieras como estuvieras, porque doy fe de que algunas veces no tenías precisamente muchos motivos para sonreír.

Decía Pau Donés que Viure és urgent, tú has vivido el día a día con urgencia, preocupado por todos más que por ti mismo, sabiendo que hay que disfrutar de la vida porque día que se va día que ya no vuelve...

Donde quiera que estés supongo que seguirás con interés las pocas carreras que le quedan a Rossi, porque mira que es casualidad, ahora que te vas él se retira. Tú no te vas a retirar Javi, perdurarás en nuestra memoria, en nuestros recuerdos, en los de tu querida familia y los de tus amigos. ¡Hasta siempre!, beti arte!

Que Dios te acoja en su seno. Goian bego.