PAMPLONA. “Ni un paso atrás”. Arranca un largo curso político que tiene en el horizonte la convocatoria electoral de mayo de 2019. Una cita con las urnas en la que Uxue Barkos aspira a revalidar el mandato logrado en 2015 gracias a un apoyo cuatripartito que, pese a las dificultades, “ha funcionado bien”. Una experiencia que la presidenta del Ejecutivo aspira a mantener y renovar desde la “responsabilidad” y la “fuerza” que exige la acción del Gobierno, y en la que Geroa Bai en más de una ocasión se ha sentido sola. “Hemos sido el actor central del cambio porque nunca hemos rehuido nuestra responsabilidad, tampoco en los momentos difíciles. Lo digo con orgullo y convicción”, reivindicó ayer la líder de la coalición en un acto político en el que participó más de un centenar de simpatizantes.

Un mensaje dirigido a sus socios del cuatripartito, que las últimas semanas se han puesto de perfil, e incluso enfrente del Ejecutivo foral cuando ha intentado desalojar el palacio de Marqués de Rozalejo. Una actuación que le ha generado críticas de un lado y del otro del arco parlamentario, pero que Barkos puso en valor alegando que se ha actuado siempre “desde la defensa del patrimonio público y la voluntad de diálogo”. Dos premisas que “no son contradictorias” y que van a defender también en el futuro aunque sea en solitario. “Y quien no quiera acompañarnos que sepa que seguiremos haciendo el trabajo tal y como nos hemos comprometido con la sociedad para que el cambio no caiga ante un embate tan escaso”, avanzó.

Barkos no ocultó su malestar con todo lo ocurrido las últimas semanas, y advirtió de que nada ha sido “casual. No es casualidad que todas las ocupaciones se hayan producido en edificios públicos que son propiedad del Gobierno. Ni son casualidad todos los ataques, dirigidos y esperados, que hemos recibido”, apuntó. No obstante, quiso relativizar la importancia de la crisis del gaztetxe. “Algunos quieren tapar la luna con un dedo”, apuntó, para subrayar los logros de un cambio de Gobierno que hay quien quiere denostar “bajo una falsa revolución como expresión de la frivolidad y de la falta de responsabilidad”.

La presidenta lamentó así que se haya utilizado el término “cambio tranquilo” a modo de insulto. “Es la primera vez en 80 años que en Navarra un cambio sólido, fuerte y responsable está dando sus frutos”, defendió Barkos, que argumentó que el cambio “no es provisional, es una realidad que hay que afianzar”. Criticó por ello “las urgencias electorales” de algunos partidos, que “tienen prisa” por agotar la legislatura. Y advirtió de que “pisar el acelerador solo interesa a quienes quieren acabar con el cambio”.

No volver al pasado Barkos puso en valor las medidas adoptadas en este tiempo en ámbitos como la dependencia, la sanidad, la renta garantizada, el empleo o la educación de Navarra, que poco a poco “están sabiendo salir de los hachazos” de la pasada legislatura. “Son recortes que nos está costando revertir, pero somos capaces de decir tres años después que se puede trabajar de otra manera”, apuntó la presidenta, para quien estos tres años son la prueba de que “un cambio sólido, consolidado, fuerte y responsable” es posible.

La líder de Geroa Bai fue además crítica con la oposición. En especial con UPN, que tiene “el liderazgo más débil, más pobre y más ramplón que se haya conocido nunca en esta comunidad. Llevan tres años instalados en la mentira y en la difamación. Embarrando el interés general y manchando a las instituciones porque ya no las controlan”, señaló Barkos, que acusó a UPN de “recurrir a fuegos de artificio para que no recordemos qué Navarra dejaron”.

Destacó no obstante que el cambio todavía tiene “riesgos”, y que queda “mucho trabajo por hacer la próxima legislatura. No vamos a permitir que lleven a la sociedad navarra de vuelta al pasado. Geroa Bai va a seguir trabajando para que volver atrás no sea una posibilidad. Ni un paso atrás”, enfatizó.

“en las duras y las maduras”

Reconocimiento. Ha sido seguramente el mes más difícil para María Solana. A la consejera y portavoz le ha tocado dar la cara en la gestión del desalojo y reocupación del Palacio Marqués de Rozalejo, lo que le ha supuesto crítica política de ambos lados, y también duros ataques personales. El último, una querella anunciada por UPN por una supuesta prevaricación ante el Tribunal Supremo. “Se agarran al recurso más vil que se conoce en política, el de pasar el ámbito de sus bajezas a los tribunales”, criticó Barkos, que agradeció entre aplausos de los asistentes el compromiso de Solana “con el Gobierno del cambio”, a quien le ha tocado “el papel más difícil”. “La defensa del cambio profundo y hondo se hace a las maduras, pero sobre todo a las duras”, defendió Barkos, que pidió un aplauso “sincero” para su compañera de Gabinete “por todo el trabajo de estos días, por todo el acompañamiento y por todo el esfuerzo”. Solana respondió a las palabras acercándose al atril, donde ambas se fundieron en un abrazo. - I.F.