pamplona - Todavía no ha empezado el curso político pero Ana Beltrán, presidenta del PP de Navarra, dejó ayer claro que el identitarismo español, el histerismo y el tono bronco van a ser sus señas de identidad durante el último año de legislatura. En una misma rueda de prensa, Beltrán abogó por unir a todos los partidos de oposición contra el cambio porque “nuestra tierra está en peligro”, signifique eso lo que signifique; amenazó con pedir que el euskera no sea lengua vehicular en la zona mixta y no vascófona -supondría prohibir el modelo D en la enseñanza en esas zonas-; y redobló el chantaje sobre el PSN, de quien dijo que no gustan ni su “tibieza” ni sus “coqueteos” con Geroa Bai.

Beltrán repitió lo que ya ha dicho en alguna otra ocasión. Que es “absolutamente necesaria” una reunión entre “los cuatro partidos constitucionalistas, UPN, PSN, PPN y Ciudadanos,“ porque “tenemos que lanzar el mensaje de que estamos juntos y unidos y que nos preocupa defender a nuestra tierra que está en serio peligro”. A su juicio, Navarra está “ante un momento excepcional que requiere medidas excepcionales”, por lo que abogó por la gran coalición de toda la oposición contra el cambio, con redoble de presión a María Chivite. “No queremos la tibieza que está mostrando los últimos meses, ni que siga coqueteando con Geroa Bai”, indicó.

“dejaremos de ser españoles” Porque Beltrán lo ve claro: “Una legislatura más con los nacionalistas vascos gobernando hará que los navarros dejemos de ser lo que somos: navarros y españoles”. Cuatro años más sin poder, sin acceso a las instituciones o sin mano en el Presupuesto nubla la vista de la popular, quien sacó su vena más histérica cuando advirtió de que “con el nacionalismo vasco gobernando Navarra y con Pedro Sánchez en la Moncloa estamos en alerta máxima. Queremos defender Navarra”, enarboló. “Y el PSOE está demostrando su debilidad al frente del Gobierno ya que Sánchez debe su sillón a Batasuna y a los nacionalismos, y éstos se van a cobrar la factura”, remató.

Según dijo, “lo hemos visto con el acercamiento de presos a cárceles del País Vasco” -algo en lo que el ministro Marlaska dijo que ya se estaba trabajando con el PP en la Moncloa- y “lo veremos con el nuevo Estatuto vasco. Nos tememos que el Partido Socialista apoye ese Estatuto, que incluye a Navarra como parte de Euskadi”, declaró, ilustrando que Navarra no sería más que “un apéndice de Euskadi”. Un planteamiento absolutamente ficticio, más que nada porque Navarra lleva incluida en el Estatuto de Gernika desde que se aprobó en 1979, y por el momento la reforma del texto autonómico se encuentra en fase preliminar, sujeto todavía a cambios”. También más allá fue a la hora de asegurar que la reserva de emisión de ETB 2 por parte del Gobierno de Navarra ha sido una “concesión a dedo”, una “vuelta de tuerca más a su obsesión anexionista”, sin reparar en que la reserva se hizo con arreglo a la Ley General de Comunicación Audiovisual y el convenio de colaboración firmado por Navarra y la CAV en julio de 2016.

Por último, aseguró que la labor de su partido también va a incluir una modificación de la ley del Euskera de tal modo que “esta lengua no sea lengua vehicular en la zona mixta y en la no vascófona”, lo que en la práctica supondría amenazar con prohibir o limitar el modelo D de enseñanza en euskera. - D.N.